Puedo aceptar que en un cuarto tapiado sin salida, algunos sueñen con un futuro esperanzado ilusionados con la fantasía de la renuncia a los procedimientos autoritarios y una mayor intervención del congreso en su propia e indelegable materia de legislar y controlar al ejecutivo. Incluso que lo escriban y relaten públicamente sus ensueños, como si fueran una realidad palpable por venir.
”No es pa’todos la bota e’potro” decían en el campo, no cualquiera puede mantenerse equilibrado en su quicio ante semejantes presiones, cambios y desmadre. Pero dejemos que los enfermos y quebrados se atiendan entre ellos.
Cuando un ex-presidente, jefe del partido de gobierno y marido de la actual presidente, afirma públicamente que no va a tolerar cambios en el proyecto de ley enviado al congreso, está todo dicho. Puede pensarlo, confiarlo a sus íntimos, elaborar estrategias para conseguirlo, pero proclamarlo a los cuatro vientos es otra cosa, pasó el límite, no tiene retorno. Lo hizo porque la posibilidad no entra en su cabeza, está perdidamente loco. Alguno dirá que es el estilo de tensar la cuerda al límite y seguirá elucubrando soluciones, en verdad esta vez pasó la raya, porque su soberbia le impide verla.
Tengo muy en claro desde hace varios años como sigue y como termina, no es motivo de satisfacción; ver venir el hachazo no asegura la cabeza.
Sumen o resten votos, libro cerrado o con cambios, que unos se arrodillen o sigan en pié no cambia nada, no es posible detener lo que viene y no toleran que llegue.
Están con sordina preparando y provocando un estallido social anárquico, el ansiado golpe que anuncian, que les sirva en bandeja culpables, para cargarles el muerto de la inflación, ajustes de precios y tarifas, desabastecimiento y hasta un nuevo “deffault” de la deuda impagable. El histórico “Rodrigazo” quedará como un juego de niños.
Es la última carta que les queda y la van a jugar, no esta en sus alternativas que se desmorone todo y asumir el fracaso.
Al terrorista Moreno Secretario de Comercio, que parece escondido, en estas semanas no le alcanza el día para apretar y extorsionar empresas y economías regionales para pisar el precio que se paga a colonos, chacareros y productores, en todos los rubros.No es la inflación su precupación, tiene cientos de herramientas para controlar le intermediación parásita, está echando leña al fuego.
Renunció Urquia para garantizar la mayoría en la comisión del congreso, sin ensuciarse, firmaron un nuevo acuerdo de precios para el aceite y terminó el desabastecimiento. Moreno y la empleada ejecutiva pactan con las aves de rapiña y extorsionan a los que trabajan. Hay retornos en especies y en efectivo.
Los privados, grandes, medianos y pequeños han comenzado las previsiones de reducir la producción, suprimir mejoras e inversiones, mantenimiento y gastos en personal.
Es una cadena sin final. Se prepara el colapso total de toda la actividad del interior y como el agua siempre busca su nivel, la ola arrasará los grandes centros urbanos, no es teoría ni especulación, lo veo en toda esta provincia de Misiones que la sacó relativamente barata en los últimos meses. La falta de combustible para nosotros es el estado normal desde hace más de un año.
Cuando desde el poder central se ocupan de estas provincias periféricas con economía de subsistencia es mal signo, ya han exprimido todo lo que se podía y les sigue faltando jugo.
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