NO HAY DOS SIN TRESSi nos atenemos a lo habitual y tradicional, debiera esperarse una fuerte sudestada de varios días, para limpiar el cielo y la tierra, que caigan árboles que ya están bien flojitos, derrumbes de muros y casas asentados en el barro. Y mucho más agua, esta vez no de arriba sino de abajo; hace más de un mes que diluvia en el centro, el litoral, el norte y el noroeste, agua que se está transvasando a través del gigantesco embudo hidrográfico nacional por la superficie y sin ruido por debajo a un solo sitio abarrotado de inútiles que solo piensan en excusas.
Si llueven 80 mm. sentencia el porteño de utilería Rodríguez Larreta, la ciudad se vuelve a inundar, error, con solo un chaparrón de 40 hoy se inunda e inclusive sin caer una gota es posible que vuelva el agua a las calles.
¿Será que esta tierra que está reclamando justicia al cielo, ha sido finalmente escuchada? Si es así, guay de andar con la cola sucia.
Echarle toda la culpa al Maldonado quedará tan en ridículo como decir que todo es culpa de la prensa, la oligarquía vacuna o los bolsones de militares golpistas y los aumentos de precios ocurren porque los argentinos son más ricos consumen más y los comerciantes ladrones se aprovechan. Todos mienten e insultan, no se privan de nada.
No aprenden nunca que las justificaciones de hoy son el lazo que los ahorcará mañana. Esta bien que así sea, no habrá que ensuciarse las manos eliminando a gente tan bajuna.
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