Evidentemente no es de la romana original, de la media ni la final trasvestida en imperio.
Ni del engendro de Weimar.
Se trata del otro linaje: el de los carniceros terroristas de Francia, cinco repúblicas con el mismo sello de odio y sus crías, las dos repúblicas de España y la que financió Luis XVI en América al precio de su cabeza y el hambre de Francia para condenar al mundo a imitar el modelo copiándoles el libreto.
Los Capetos se creyeron cabeza y olvidando que eran francos germanos terminaron Kaputt.
La polémica sobre el uso del velo que cubre completamente a la mujer se ha acentuado en los últimos meses, en los que el presidente francés, Nicolas Sarkozy, reiteró que no hay lugar en Francia para el burka "bajo ningún pretexto, en ninguna condición y en ninguna circunstancia" Ver todo El confidencial.
Es un debate similar a la que se produjo en 2004 respecto al velo islámico y que desembocó en una ley que prohíbe el uso de cualquier signo religioso en los lugares públicos, con atención especial a las escuelas.
Al cabo de 200 audiencias, la misión defendió la adopción de "una resolución parlamentaria que condena el uso del velo integral por ser contrario a los valores de la República". Ver todo Ambito.com
Noticias y medidas que vienen y se van sin hacer mucho ruido, hasta que todos lo acepten como lo moderno y conveniente.
Queda claro que es el estilo y las palabras de Marat, el carnicero amigo del pueblo y el incorruptible genocida Robespierre, lo acepta o se atiene al único procedimiento que conocen.
Que hoy no se llama guillotina, son misiles o la muerte civil de los “sin papeles” o excluidos de la educación para demócratas y socialistas s XXI, el efecto es el mismo o peor, los años no pasan en vano.
Hasta hace cuarenta años discutir estas cuestiones era como zambullirse en la pileta de las teorías políticas y filosóficas. Hoy han salido del mundo difuso del abstracto y están en la realidad, con los dos pies en la tierra y dejando huellas sangrientas. Violaciones y muerte es la infaltable sombra que sigue a estos republicanos.
Educación en el dogma oficial, crucifijos, sacramentos, burkas y minaretes al fuego, solo valen el Ser Supremo que de Becerro de Oro paso a llamarse divisas fuertes y la diosa Razón, democracia para los amigos.
BURKA: Una necesaria alaración: El termino se refiere a un velo que no es el chador; impuesto por los talibanes afganos, el plus ultra del Coran y las tradiciones islámicas; actitud propia de los extremistas políticos que utilizan la religión como bandera.
No es en si mismo un símbolo del credo islámico, como tampoco lo es para los católicos el hábito de las monjas que podría ser prohibido con idénticos argumentos;o castigar con una tarjeta roja al jugador que se persigne al entrar a la cancha. Pero si es una agresión específica y de objetivos múltiples a dos credos religiosos, que de ninguna manera significan ostentación ni pretensión de invasión o conquista. Dos dije porque hay un tercero con coronita republicana.
El burka, el chador, los minaretes, los crucifijos, las procesiones y las iglesias y los pesebres agraden a la civilización de la tolerancia que ampara y promociona manifestaciones del “orgullo perverso” y toda clase de exhibiciones contra natura.
Tantos que se proclaman republicanos porque luce y es políticamente correcto, tendrán que repensar que camiseta se han puesto. Republicanos fueron los parisinos solo para oponerse a las monarquía absoluta, decapitaron al rey y coronaron un emperador; idéntico al trámite de los republicanos demócratas sociales bolcheviques que por oponerse al absolutismo zarista instauraron la más brutal dictadura conocida; o los Romanos opuestos a sus legales dictadores que coronaron y divinizaron a lo Cesares.
¿Les comieron la lengua los ratones a los furiosos defensores de la libertad de cualquier cosa?
ROBESPIERRE El principio del gobierno constitucional es conservar la República; la del gobierno revolucionario es fundarla. El gobierno constitucional se ocupa principalmente de la libertad civil; y el gobierno revolucionario de la libertad pública. Bajo el régimen constitucional es suficiente con proteger a los individuos de los abusos del poder público; bajo el régimen revolucionario, el propio poder público está obligado a defenderse contra todas las facciones que le ataquen. El gobierno revolucionario debe a los buenos ciudadanos toda la protección nacional; a los enemigos del pueblo no les debe sino la muerte.
Robespierre, La teoría del gobierno revolucionario
Robespierre, La teoría del gobierno revolucionario
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