ESCUCHO OFERTAS SEÑORES¿QUE VALE ESTE NEGRO CAMPEÓN, PADRE DE CAMPEONES?
El fallo de la Suprema Corte automáticamente servil, fue más allá de lo que se hubieran atrevido los más peludos gorilas del Almte. Rojas. Un golpe mortal al corazón de los "gordos" y el corporativismo fascista.
Restaurar la libertad de asociación es sano, pero después de tantos años de dictadura sindical es una movida altamente riesgosa con un gobierno que carece de autoridad y se tambalea solo. Cambio fachos por bolcheviques, ¿Nunca una idea nueva?
Abre las puertas al control de los sindicatos al brazo sindical del Partido Comunista Revolucionario, la CTA de De Genaro, que debutará sin hacer ruido infiltrando sus propios delegados y dirigentes tapados que brotarán como hongos en todas partes, egresados de las escuelitas y master del “agitprop” juntos a sus colaterales la CCC de Alderete y la Federación Agraria de Buzzi.
Para sus verdaderos objetivos hay tiempo, cuando se hayan consolidado, son especialistas en no dar pasos en falso, militantes, solo son un engranaje, el divismo se paga con la cabeza. Un justo premio, ahora que se achicó la caja, por ensuciar todos los legítimos reclamos, a D’Elía le sacó bolilla negra la comunidad judía y al socialista fashion Castell, el amigo de Blumberg, Grondona y Tinelli, habitué de Alvear, Quintana y puerto Madero se le desinfló el globo y desgarró la bailaora campesina.
La primer consecuencia es la salida a remate de la vieja dirigencia y sus sindicatos.
-- ¿Quien da más por un Moyano, un Barrionuevo, un Cavallieri? No escucho señores. A ver allá ¿cuanto dice la UIA y ustedes don Rocca, Ratazzi, Bulgheroni? No lo escucho Néstor.
¡A decidirse caballeros esta ocasión no se repite, póngales precio y se los llevan, envueltos para regalo con moñito y todo!
Un sindicalismo experto en comprar y vender huelgas y conflictos cree estar en su salsa.
Se abre un nuevo juego de infinitas posibilidades, ¿Quieren que haya varios sindicatos? OK, pero solo podrán incorporarse a una empresa los trabajadores que traigan el aval del sindicato amigo. Para los del otro las puertas tapiadas.
¿Quieren delegados no agremiados? pues que los metan por la ventana si pueden. ¿Querían destruir la caja sindical? Ningún problema, los patrones la van a recomponer si quieren seguir existiendo, con cargo al “costo argentino” Hay una manada de 47 millones de corderos que van a pagar al final de la línea. La justificación ya esta instalada: la inflación seguirá siendo un problema global importado por la crisis del capitalismo salvaje.
El único detalle que se les escapó y tarde se dieron cuenta, es que han levantado la tapa del infierno y comienza una guerra sindical sin piedad, una pequeñez que conocían muy bien todos los gobiernos militares, por eso solo les hicieron pupa algunas cabezas, sin meter mano en el sistema, una forma muy argentina de patear para adelante y que otro se haga cargo. Pero los otros, los civiles dirigentes políticos siempre estaban, como hoy en los cerros de Úbeda, en busca de una canonjía.
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