CON PRESENTE GRIEGO INCLUIDO
Alfonsín el del Pacto de Olivos I con Menem, da la rereelección y recibe el trueque de la abolición de la representatividad del legislativo por la dictadura de la partidocracia; el pacto de Olivos II con Duhalde, para destituir dos gobiernos constitucionales, de la Rúa y Rodriguez Saa y el pacto de Olivos III con Kirchner, para garantizarle gobernabilidad a cambio de mantener el control de su partido y ser revindicado como Padre de la Democracia. Todo con visión de futuro. La reciente visita de la presidente a su domicilio y la inauguración de “su monumento” en la casa de gobierno no fueron casuales ni gratuitas.
Gerardo Morales, presidente en los papeles de la UCR, el fracasado Cobos de Lavagna y La Dra, Carrió, empiojadora profesional y criadora de topos colaboracionistas (Ocaña, Macaluse, Lozano).
Este pacto de Olivos IV es sólo un ensayo general de una Moncloa Argentina, para “reunificar y pacificar el país” con un manto de olvido del pasado, que es este presente, mirando solo el futuro de ellos. Una frase bonita y sonora que solo tiene dentro impunidad absoluta.
¡Quien no regala las migas del piso a cambio que le aseguren el trono y le protejan la cabeza en medio de un terremoto!
De donde se confirma que la inseguridad, la inestabilidad y el desorden económico provocados son formidables herramientas del terror político, para condicionar resultados electorales. (Torres Gemelas, guerra biológica, Atocha, Crisis subprime). La gilada compró el mensaje que Obama es el cambio y solo es la vuelta de Klinton, el Klan Kennedy, Kissinger y los supermagos de las finanzas, las guerras económicas y una dictadura política imperial Light sin colesterol y muchas digestivas razones sociales, paradójicamente lo más negro de los demócratas. Demasiadas K para mi gusto.
Veremos como sigue, el mazo que está en la mesa ya fue barajado por tahúres profesionales. ¡Que no le gire el horizonte!
Se juntan equilibristas profesionales con experiencia política partidaria (el arte del Quid pro quo).
Alfonsín el del Pacto de Olivos I con Menem, da la rereelección y recibe el trueque de la abolición de la representatividad del legislativo por la dictadura de la partidocracia; el pacto de Olivos II con Duhalde, para destituir dos gobiernos constitucionales, de la Rúa y Rodriguez Saa y el pacto de Olivos III con Kirchner, para garantizarle gobernabilidad a cambio de mantener el control de su partido y ser revindicado como Padre de la Democracia. Todo con visión de futuro. La reciente visita de la presidente a su domicilio y la inauguración de “su monumento” en la casa de gobierno no fueron casuales ni gratuitas.
Gerardo Morales, presidente en los papeles de la UCR, el fracasado Cobos de Lavagna y La Dra, Carrió, empiojadora profesional y criadora de topos colaboracionistas (Ocaña, Macaluse, Lozano).
Este pacto de Olivos IV es sólo un ensayo general de una Moncloa Argentina, para “reunificar y pacificar el país” con un manto de olvido del pasado, que es este presente, mirando solo el futuro de ellos. Una frase bonita y sonora que solo tiene dentro impunidad absoluta.
El sueño dorado de tantos idiotas útiles con disfraz de demócratas republicanos. Si tiene luz verde veremos amontonarse a las fieras tras los despojos de la Nación.
¡Quien no regala las migas del piso a cambio que le aseguren el trono y le protejan la cabeza en medio de un terremoto!
De donde se confirma que la inseguridad, la inestabilidad y el desorden económico provocados son formidables herramientas del terror político, para condicionar resultados electorales. (Torres Gemelas, guerra biológica, Atocha, Crisis subprime). La gilada compró el mensaje que Obama es el cambio y solo es la vuelta de Klinton, el Klan Kennedy, Kissinger y los supermagos de las finanzas, las guerras económicas y una dictadura política imperial Light sin colesterol y muchas digestivas razones sociales, paradójicamente lo más negro de los demócratas. Demasiadas K para mi gusto.
Veremos como sigue, el mazo que está en la mesa ya fue barajado por tahúres profesionales. ¡Que no le gire el horizonte!
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