noviembre 07, 2008

LOS FRENTE ANTI

Es la farsa que más fracasos lleva acumulados porque el verdadero objetivo no es sumar los anti para ganar, sino para neutralizar la competencia. La quintaesencia de la praxis marxista, mire a sus promotores y verá la pata de la sota, bien disimulada con ricos ropajes democráticos y republicanos. Ponen la madrina y tras ella se encolumna la tropilla que no piensa, simplemente “participa y se compromete” porque algo hay que hacer.

El sólido argumento del momento es controlar el parlamento, por descontado con listas sábana y una multitud de “panqueques”

Por la propia naturaleza de las cosas, vencido el que amalgamó los anti, desaparece el único adhesivo, el frente se autodestruye y cada uno sigue a su aire. Si toda la coincidencia era quitarles la torta como se puede pensar en un consenso para administrarla cuando ya no la vean de lejos como una esperanza, sino que tengan las manos en la masa.

No se han podido poner de acuerdo en solo dos letras: NO a la hora de tratar los superpoderes y el saqueo de las jubilaciones y pretender engañar con un frente para gobernar la tierra arrasada.

L’union fait la force, es cierto, pero no garantiza la victoria.

No hay posibilidad de ganar si no nos unimos, argumentan los sofistas, reconociendo sin admitirlo que sus oponentes son una legítima mayoría o recurren al fraude descarado, por lo que siendo usurpadores con el ejercicio del poder la alternativa electoral carece de validez. ¿Como sigue el discurso de estos demócratas?

Intoxicados por el dogma de las mayorías infalibles, no pueden ver ni entender que la victoria no es una cuestión de número sino de verdad sostenida con voluntad, decisión.
Están encorsetados en su propia trampa democrática, que solo puede ser válida en plena libertad de expresión sin coacciones económicas o terrorismo ideológico, que el falso estado de derecho conciente en todas partes.

Unos convocan a la unidad solo de los progresistas, ¿los únicos con derechos? Otro buscan la pata peronista. La doctora ya sin pretensiones se conforma con cualquiera que le permita poner un pie en el estribo para no perder el tren. Los liberales claman por juntar republicanos, no saben lo que son ni a quien buscan, Los que agotaron su tolerancia y solo tienen asco y bronca están dispuestos a unirse a cualquiera no importa pelo ni marca, una profunda huella transitada por muchas generaciones que siempre termina en las arenas movedizas.
Tengo la absoluta certeza que ni millones de bueyes perdidos pueden desplazar a una bandita de canallas que carece de límites y escrúpulos. Son pocos pero buenos en lo suyo.

Los pobres, brutos e idiotas, son mayoría ¿por qué todos quieren serlo, o no saben lo que dicen como la presidente a la que quieren reemplazar?

No hay comentarios: