LA CIUDAD YA ESTA BUENA ¡¡¡ES PURA JODA!!!
Una cuestión de actualidad, acá y en todas partes, que se confunde ex-profeso con el avieso propósito de justificar a unos y exculpara otros o peor aún, instalar falsas opciones entre dos caras de la misma moneda. Como toda mentira un flagrante atentado a la libertad.
El supuesto adversario de mi enemigo no es por ello un amigo ni un buen aliado.
Nadie es bueno solo por oponerse a los malos. No se trata de una afirmación gratuita, cala en lo más profundo del conocimiento. El bien y el mal. Una divisoria de aguas, de un lado los que creen que hay un solo principio supremo y el mal es solo la ausencia del bien y del otro el Yin y el Yang, opuestos y de igual jerarquía, unidad y dualidad. El punto de arranque del relativismo que niega el absoluto, confundiendo el verdadero concepto de la libertad. Afirmar que hay libertad para el error es declarar sin más trámite la imperfección de la creación y de un Ser Supremo que queda rebajado a uno más, con grandes errores.
Como un timbre de honor se autodefinen, sin saber lo que dicen, como eclécticos o pragmáticos y pontifican que no todo es negro o blanco hay grises o tostados (Berlusconi dixit) como si fuese un toque de cultura moderna y tolerancia, el camino del consenso.
Volvamos a la tierra, este berenjenal no me pertenece. Hay estudiosos que se manejan en el, como un pez en el agua. Simplemente me alcanza con tener convicción en lo que creo, no pretendo convencerlo, con clavar una pica en Flandes me basta, zapatero a tus zapatos.
¿Quien es peor o quien es el malo? Macri, Ibarra, Telerman o los Kirchner Si se trata de señalar al que está enfrente se la hago demasiado fácil, Contéstese a quien elige como representante, leal amigo o apoderado y porqué. El mal menor no sirve. Tengo muchas yuntas, ternas, cuartetos y quintetos para los próximos días, usted los conoce, elija.
De los que están conocemos todo y sabemos que ni les tinga lo que se pueda decir. Es más hasta creo que les conviene, por el efecto anestesia que tiene pegar siempre en el mismo punto, quizás ha llegado la hora de desnudar mascaritas, que trabajan de buenos.
Una cuestión de actualidad, acá y en todas partes, que se confunde ex-profeso con el avieso propósito de justificar a unos y exculpara otros o peor aún, instalar falsas opciones entre dos caras de la misma moneda. Como toda mentira un flagrante atentado a la libertad.
El supuesto adversario de mi enemigo no es por ello un amigo ni un buen aliado.
Nadie es bueno solo por oponerse a los malos. No se trata de una afirmación gratuita, cala en lo más profundo del conocimiento. El bien y el mal. Una divisoria de aguas, de un lado los que creen que hay un solo principio supremo y el mal es solo la ausencia del bien y del otro el Yin y el Yang, opuestos y de igual jerarquía, unidad y dualidad. El punto de arranque del relativismo que niega el absoluto, confundiendo el verdadero concepto de la libertad. Afirmar que hay libertad para el error es declarar sin más trámite la imperfección de la creación y de un Ser Supremo que queda rebajado a uno más, con grandes errores.
Como un timbre de honor se autodefinen, sin saber lo que dicen, como eclécticos o pragmáticos y pontifican que no todo es negro o blanco hay grises o tostados (Berlusconi dixit) como si fuese un toque de cultura moderna y tolerancia, el camino del consenso.
Volvamos a la tierra, este berenjenal no me pertenece. Hay estudiosos que se manejan en el, como un pez en el agua. Simplemente me alcanza con tener convicción en lo que creo, no pretendo convencerlo, con clavar una pica en Flandes me basta, zapatero a tus zapatos.
¿Quien es peor o quien es el malo? Macri, Ibarra, Telerman o los Kirchner Si se trata de señalar al que está enfrente se la hago demasiado fácil, Contéstese a quien elige como representante, leal amigo o apoderado y porqué. El mal menor no sirve. Tengo muchas yuntas, ternas, cuartetos y quintetos para los próximos días, usted los conoce, elija.
De los que están conocemos todo y sabemos que ni les tinga lo que se pueda decir. Es más hasta creo que les conviene, por el efecto anestesia que tiene pegar siempre en el mismo punto, quizás ha llegado la hora de desnudar mascaritas, que trabajan de buenos.
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