Hasan ibn al Sabbah, el viejo de la montaña jefe de la secta de los asesinos, liberaba el territorio para la circulación, producción y difusión de las drogas, utilizaba políticamente el terror y la muerte para someter a la población, disciplinar opositores y funcionarios, garantizar la impunidad de delincuentes, que es asegurar la propia y la de sus mandantes. Un predecesor y maestro de los Kirchner y Fernández.
No es casual una semana de furia y sangre en la zona norte.
Hay una inseguridad de base cotidiana y sobre ella se montan periódicamente exacerbaciones por motivos políticos: presionar a un funcionario, tapar el relajo nacional, entretener discutiendo el sexo de los ángeles o instalar nuevos muñequitos de torta, como referentes del fracaso o para embarrar la cancha.
¡Quién se va a preocupar que le roben el país y sus derechos, cuando agradece que los delincuentes le hayan perdonado la vida a toda su familia a cambio de entregar mansamente todos sus bienes!
Las protestas se reducen a ingenuas y piadosas marchas ante el temor de ser acusadas de políticas y desestabilizadoras. Debiera llamar la atención esta modalidad de protesta timorata, siempre con amplia cobertura de los medios oficiales, al estilo mesa de enlace agropecuaria. El terrorismo de la dictadura ha sido exitoso o los ciudadanos que en lugar de exigir, se limitan a implorar y reclamar en silencio con velas, fotos y trapos blancos, al uso Blumberg, han perdido todo vestigio de dignidad.
Los argumentos de Fernández responden al razonamiento de un cerebro destruido, propio de un drogadicto terminal o un perverso moral antes que al de un ministro de Seguridad y Justicia.
Para fundamentar la posición del Gobierno a favor de la descriminalización(sic) del consumidor( que no esta penada) Fernández se apoyó en las estadísticas actuales. "Entre el 70 y el 75% del consumo juvenil de drogas en nuestro país es recreativo; entre un 20 y un 25% es abusivo; y apenas un 5% restante son adictos", señaló y explicó que se considera adicto "al que se hace mal a sí mismo o a terceros por lo que consume"
Menuda incapacidad la del ministro que no puede controlar al 5% de jóvenes consumidores de drogas.
La reacción buscada con estos mensajes es la vuelta de los que exhiben el discurso duro en busca de votos. Bajar la edad de imputabilidad que es de sentido común y aplicación imposible, sin haber construido cárceles para mayores y menores, por lo que la iniciativa está condenada al fracaso. Primero las cárceles reequipar y dejar de manosear a la policía, eliminar todas las reducciones de condena.que es competencia de los jueces de la tiranía que designa y no remueve por mal cumplimiento de sus funciones el Consejo de la Magistratura, hechura de la presidente y bajo el férreo control del ejecutivo. Detener y procesar a todos los que desde los tres poderes del estado, protegen y liberan delincuentes.
Finalmente cumplir las leyes a rajatabla, no hace falta endurecer nada, simplemente hay que suprimir sensiblerías y disolver a los profesionales de los derechos humanos. ¿Acaso no hay un poder judicial independiente, que tiene por única función aplicar la ley que tutela los derechos de todos? Hay más ministros y secretarios de DDHH en la administración nacional, provincial y municipal que personal de limpieza.¿Vivimos en un Estado de Derecho o en un Estado Subversivo?
La sola presencia de un legislador o funcionario en el lugar del hecho o en la comisaría debe ser motivo de su inmediata detención preventiva y procesamiento por presunto tráfico de influencias u obstrucción de la justicia.
En el bosque y en la selva se marcha de día, en el desierto de noche, en el agua se nada, en el hielo no se corre, en un estado de derecho se acata la ley y se respeta al prójimo, en un estado subversivo se pelea por los derechos y la vida; si no se tiene claro dónde se está parado, el fracaso y la muerte son seguras
No hay comentarios:
Publicar un comentario