GRECIA, UN ANTICIPO

Reiteradamente utilizamos el termino “tierra arrasada” casi hasta convertirlo por boca de ganso en “frase hecha” cuyo verdadero significado si bien se entiende, pocos comprenden en su verdadera extensión y significado

De la fiestas de la corrupción y demagogia populista no se sale por la puerta ancha, la puerta principal, se huye por la ventana y hay que pagarle al que pone y sostiene la escalera.
Tenemos Grecia y España a la vista en distintas etapas de un mismo proceso, que en nada se diferencian del que asoma en nuestro horizonte. Presumir que los generosos recursos naturales con que fue graciosamente dotada nuestra patria nos inmunizan y bastan un par de buenas cosechas para salir a flote no es una ingenua leyenda urbana; es una soberbia necedad de ignorantes.

Ajuste, restricción del gasto, supresión de ministerios, secretarias y direcciones, eliminación de subsidios y el consiguiente “sinceramiento” de tarifas y precios serán las palabras de moda en cuestión de pocos meses gane quien gane.

Que esto ya lo vivimos y fue superado no es argumento para seguir con la fiesta, hoy ha desaparecido la red de contención en lo social, la producción y el comercio. No hay capacidad en la actividad privada para absorber a los que se caigan de las becas del estado. No hay margen de tolerancia social para nuevos ajustes y seguir poniendo el lomo, después de años de enseñar que se tienen todos los derechos por el solo hecho de ser humanos, protestar, patear e incendiar inclusive.
Curiosamente atendiendo declaraciones y discursos de unos y otros nos encontramos que todos tienen un culpable en la mira a quien cargarle el fardo cuando haya que apretar y un plan exitoso para salir a flote.

Para la oposición es el Kirchnerismo gobernante el responsable, obsérvese como todos omiten hablar de peronismo, progresismo o populismo y el plan es dar más educación, seguridad y salud. Así de simple sin mayores explicaciones. La receta mágica de todos incluso de los que gobiernan profundizándolo desde hace ocho años.

El gobierno se está quedando sin enemigos, y tendrá que seleccionar alguno de sus propios mercenarios, giro a la derecha le llamarán los escribas y el plan lógicamente es profundizar el modelo sin la pesada mochila de sus propios malos.

Si en el vecindario hay otra tribu que molesta y no se somete, se la expulsa, se talan bosques y se queman praderas para que nadie se tiente de volver a ocupar las tierras. Fue una política práctica allá cuando pasamos de la antigüedad a la edad media.
Corrió agua bajo el puente pero hasta hoy se repite que “equipo que gana no se cambia”. Después de mi el abismo dijo uno o si no es para mi no será de nadie dicen muchos. Variaciones sobre el mismo tema. ¡Adelante la tierra arrasada! Es ganadora.

¿Le ve agallas o cojones a algún candidato para hacerse cargo del zafarrancho y capacidad de tolerancia a los argentinos para seguirse apretándose el cinturón y atenerse a la ley, pasar nuevos veranos e inviernos o salir otra vez del infierno? No me jodan nadie se lo cree, ni usted ni yo.
¿Quien tiene la culpa? Como siempre es un trabajo de equipo las pinzas derechas e izquierda del cangrejo. Es decir responsabilidades diluidas.
Una da los fondos necesarios que sabe no le podrán pagar para que le compren lo que produce sean submarinos, autos o consumo del primer mundo. A la hora de cobrar que paguen con islas, como le dijeron a los griegos o con la patagonia despoblada, minas, fértiles llanuras, cerebros o mano de obra barata como nos dirán, porque habrá que rescatar a la argentina mañana como hoy rescataran a Grecia , de lo contrario puede ser un efecto dominó que arrastre a Europa o Sudamérica e incendie el mundo.

Los populistas de izquierda aprovecharon el falso estado de bienestar para corromper y destruir todo vestigio de cultura y civilización, derechos para todos y obligaciones para nadie.
Finalmente estalla la crisis y parece que todos son culpables pero los de infantería son los únicos que pagan.

¡El gran secreto de las democracias electivas y mayoritarias para perpetuarse! No ser nunca responsables. El pueblo eligió libremente dirán entre las opciones que les dimos, cada dos, tres o cuatro años.
No parece haber otro sistema a la vista con posibilidad de implementarse.
Talaron los bosques y quemaron las praderas: “Tierra arrasada en toda la extensión del término”. O se hunde todo y comenzamos de cero o nos seguimos mintiendo para sentirnos felices y permutamos libertad por falso bienestar.

Muy pesimista dirá; es su opinión, le sugiero si no lo hizo en el fin de semana releer el excelente artículo de Alberto Benegas Lynch (h): Optimistas y pesimistas.

Papandreu, modelo de cinismo Nosotros somos los corruptos y deilapidamos, ellos pagan.

Se terminaron las reservas o nos ayudan o esto estalla