LO UNICO QUE HAY ES UNA GORRA DE CAPITAN El gobernador Hermes Binner, al ser consultado sobre la conformación de un frente y los dichos del radical Ricardo Alfonsín que insistió en señalar que lo pretende como compañero de fórmula, indicó: “¿Con qué barco? Lo único que hay es una gorra de capitán”...
No es habitual que nuestros políticos acuñen frases inteligentes, pero esta es brillante y descriptiva de la realidad a más de cerrarle la boca de un sopapo al guitarrero radical, merece ser difundida.
En realidad tenemos dos capitanes con veleidades de almirantes sin flota, con la gorra encasquetada hasta los ojos seduciendo tripulaciones y un barco desarbolado en dique seco que hace agua por todos lados, las ratas se comieron las velas y están dando cuenta de los aparejos.
En política el escalafón es amplio: hay capitanes de Navío, de Fragata, de Corbeta, de bote o balsa; para pretender el almirantazgo hay que tener detrás una inmensa armada, dicho en sentido figurado; miles de cosas que floten así sean cáscaras de nuez.
No puedo creer tantas lucidez de Hermes Binner, Voy al puerto y asombrado debo reconocer que es cierto, no hay barcos, balsas ni botes, por el espigón muy orondos dándose aires de almirante camina un grupete de personajes y personajas, estamos en argentina y no hay que discriminar, que no dejan lugar a dudas, todos con gorra de capitán, y catalejo bajo el brazo veo una que me resulta conocida que además del catalejo lleva bajo el brazo el Contrato Social de Rousseau aquel del hombre bueno pervertido por la sociedad, como nuestros pibes chorros y asesinos. ¿Por qué tantos? Porque en nuestra política todo aquel que llega al parlamento forma un mini bloque unipersonal, alista un bote o una balsa compra la gorra de jefe de un “espacio” para plegarse a la próxima Gran Armada Invencible. Si la cosa sale mal no hay problemas, hubo traición y pasan desapercibidos no hacen ni sombra.
Parece broma pero no lo es, se trata de humor negro para llorar; lo verá en poco tiempo. Donde hubo risas, habrá lágrimas, el orden de los factores no altera el producto. El equilibrio es una ley inviolable de la naturaleza.
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