Foto The Time
La cuestión satura las pantallas y hace ruido, no se puede presumir que no pasa.
Cada uno hace en su casa lo que quiere y los vecinos punto en boca, en tanto no escandalicen ni molesten.
Cada uno hace en su casa lo que quiere y los vecinos punto en boca, en tanto no escandalicen ni molesten.
Boda Real que ya es pasado y como todo tiene consecuencias que pertenecen y condicionan el futuro, esperemos que llegue porque es de presumir que hará en breve mucho más ruido que ahora.
Lo que no puede esperar es el reconocimiento al “saber ser” que si bien es francés, los normandos, Leonor de Aquitania, las consortes de lis y la loba de Francia les dejaron para pulir un poco la rudeza de anglos, jutos sajones daneses y vikingos poco dados a ciertas buenas maneras.
Entonces si, Chapeau a la previsión, eficiencia y sentido británico de la economía.
Simpatice o no con ella, esto parece mérito exclusivo de Isabel II que esta vez por imperio de errores pasados, rebobinó sus intolerancias, se despreocupo de las cacerolas que usa de sombreros y se calzó las botas de montar con espuelas nazarenas por si se le retoba algún potro presumido. Honi soit qui mal y pense, Esperemos que el péndulo no la lleve de un solo viaje al otro extremo.
Simpatice o no con ella, esto parece mérito exclusivo de Isabel II que esta vez por imperio de errores pasados, rebobinó sus intolerancias, se despreocupo de las cacerolas que usa de sombreros y se calzó las botas de montar con espuelas nazarenas por si se le retoba algún potro presumido. Honi soit qui mal y pense, Esperemos que el péndulo no la lleve de un solo viaje al otro extremo.
Ensayo general que incluyó practicar por su expreso mandato su propio sepelio. No es cuestión de gastar todos los días en coloridas paradas.
La corona británica que es sucesivamente de los germanos Hannover, de los Sajonia, Coburgo, Gotha, reciclados a Windsor y de los Battenberg conversos en Mountbatten, había entrado en su fanático conservadorismo de las formas en contradicciones que la van a destruir.
Enrique VIII por causa de un divorcio se separa de Roma y crea la iglesia Anglicana; ayer destruyeron su propia familia por querer hacer lo que hizo Enrique. Parece haberles llegado el tiempo de tragar los sapos que criaron.
Un poco de aire puro no le vendrá mal a una dinastía cuyos últimos retoños más parecen vides retorcidas y abandonadas que robles erguidos como producto de una patológica endogamia de siglos para sumar alianzas. No siempre l’union fait la force.
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