abril 04, 2011

NO HAY DOS SIN TRES

Es un antiguo dicho cuyo origen desconozco, que en las trincheras de la 1º guerra mundial se complemento con “la tercera es la vencida” haciendo referencia al tercer soldado que prendía un cigarrillo en la noche y terminaba muerto por la secuencia de preparados, apunten, fuego.

En verdad hubo una, dos, tres y cientos, tantos que ya no es una sucesión de conflictos conviven varios juntos, entran por docena. El problema es que solo tienen dos neuronas de salida para resolverlos, la de provocar y la de redoblar la apuesta; son piñón fijo; pero el artículo estaba armado en esa línea por lo que me tomo en el título una licencia literaria.

Las ocasiones hacen fila: el 25 de Mayo en Chaco, el Club de Paris que era problema resuelto, el contrabandista Obama, que en breve será el genocida de Libia; matrimonios pesados de convivencia imposible, no hay química entre las partes: somos proiraníes o projudios; un Moyano peronista o una Cámpora terrorista.

El aluvión que por la cuenca del Salado bajará del noroeste, la gripe, los mil enfrentamientos fabricados que a medida que se acerque Octubre entraran en ebullición o una declaración de emergencia Nacional, por cualquier huevada que obligue a suspender las elecciones con la adhesión de todos los opositores, que tienen serios y fundados temores de quedarse con la papa caliente en la mano.

Tenemos antecedentes de los que se borran después de haberse presentado, ganado y tener que ir a una 2º vuelta y ya se escucha a uno que reclama un solo candidato de la oposición y con gran gentileza ofrece bajarse de su candidatura, salida elegante le llaman.

Se vaya o se quede la que viene es otra cristina, en verdad la misma cara de cemento con otra máscara. A la viuda estúpida con imagen de risueña ganadora ya no la soportan ni sus siervos.

Escuchando las declaraciones y los silencios de sus colegas candidatos, cada vez tengo más dudas acerca de que es más peligroso para todos, si el peor conocido o los malos por conocer. ¿A qué le llamarán el menos malo?


Me cuesta elegir entre el caos y la anarquía

De una conocemos las mañas y reacciones, sabemos que es más peligrosa y ponzoñosa que una yarará pero es evidente que ya no le queda cuerda. Si fue solo un espejismo en tiempos de Néstor hoy no pasa de garabato pintado en la pared del prostíbulo nacional; en su futuro inmediato solo se ve un tapado de madera o un chaleco de fuerza; sucesores o delfines son especies extinguidas; el cargo más disputado en sus listas debe ser el de vicepresidente con opción garantida a la titularidad.

Los otros candidatos son todos capones estériles o malandras de prontuario conocido; no tienen pico ni garras, solo lengua y con ella ningún bicharraco dura, o se sostiene con la lengua y no come o come y se cae.

Por otra parte no se la pueden llevar de arriba y salirse con lo puesto y lo robado como si no hubiese pasado nada, hay demasiada sed de justicia clamando al cielo.

Refieren algunos los desvelos de un vil embajador asesino con alevosía y premeditación condenado y amnistiado, confidente o noviecito juvenil de la viuda por encontrarle una salida elegante. ¿Que salida elegante se le puede dar a una cosa? ¡Cristina ya ganó! Ni me inquieta ni me asusta, porque si se presenta es porque tiene el triunfo asegurado por las buenas o las peores.

Los caminos de la Providencia son infinitos e inescrutables. No he encontrado nadie que me demuestre que ganando no se suicidan ¿Por qué entonces habría de perder tiempo en tratar que no ocurra? Sabiendo que en materia de elecciones si se suman idiotas, cobardes, especuladores y cómodos siempre son mayoría.

Dejemos que corra el río con aguas limpias o sucias todo será avalancha de agua y lodo. Pasado el punto de no retorno no hay vuelta atrás, está todo determinado. Es ley de la física, que no se interpreta, suspende ni deroga.


C. Tórtora: Efecto Moyano

C. Acuña Radicalización inminente



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