septiembre 03, 2009

PARO RURAL, NACIONAL O LEGITIMA DEFENSA


Un paro sostenido de la producción agropecuaria es un despropósito a la luz de lo ocurrido en todo el 2008.
En principio es contra natura, las plantas crecen solas, los animales se desarrollan y engordan, la tierra tiene un límite de carga de hacienda, a las lecheras hay que ordeñarlas todos los días. La naturaleza y la biología no pueden detenerse.

Hay que cortar rutas porque está lleno de carneros que siguen haciendo negocios o desesperados que no pueden resistir.

Los cortes de ruta son caóticos, librados a la calentura de piquetes con disfraz de asambleas, en rigor las viejas “checas” que resuelven al compás de cuatro activistas.
Parar los camiones y dejar libres de culpa y cargo a los que pagaron el flete para enviar su producción a los mercados o acopiadores es canallesco. Incautarse la mercadería es transponer el límite de una protesta y adentrarse en un terreno para el que nadie esta preparado. Hay sanciones sociales y comerciales en cada pueblo al alcance de todos. Cada uno sabe donde le aprieta el zapato al vecino.

Exponerse sin razón a infiltrados y cientos de incontrolables conflictos paralelos con particulares que transitan y transportistas, es de ignorantes.
No existe una dirigencia capaz de ponerse a la cabeza y dar la cara, no es su materia, la producción agropecuaria no es política ni estrategia militar, sus códigos son la palabra y la buena fe, otro mundo.
Desde el principio se dejaron correr con la vaina, el temor a desabastecer y desestabilizar. Dos años de exposición, triunfalismos y declaraciones sin ningún resultado sobran para saber los puntos que calza cada uno.

Un paro por siete días limitado a no comercializar granos que en esta época del año nadie comercializa y no vender hacienda cuando no hay espacio en las cámaras frigoríficas y los campos desvastados no pueden seguir soportando una carga mínima de hacienda, es una tontera, un simple anuncio como los que hace el gobierno sin consecuencias, solo parecer que se hace.

Si se protesta es para que se sienta y se vea, en síntesis para que moleste y le duela al responsable en dar soluciones. De lo contrario se debe buscar otro método en vez de utilizar el argumento de la calentura de las bases. Si estas presionan es porque están hartas de poses, declamaciones y protestas vergonzantes y temerosas que no conducen a ningún resultado, salvo engordar el negocio personal mediático de Pampa Sur (Alarcón-Saredi) y Buzzi-Corriente Clasista Combativa.

Tengo muy en claro que no se puede pretender que productores y dirigentes agropecuarios carguen con toda la responsabilidad de un conflicto político entre el gobierno y el país.
Que siendo quienes están en la posición más débil les tengan que sacar las castañas del fuego a todos. Una siniestra reedición del 76 en que las FFAA asumieron el costo, en tanto la sociedad y la política miraban para otro lado sin asumir su responsabilidad en lo que habían provocado o en darle salida a la única solución posible que dejaron.

Si la producción agropecuaria financia al estado, da de comer a todos y asegura la cadena de pagos y el comercio de todo el país, el problema no es de un sector, es de todos.
Para decirlo de otra manera, si el campo no puede producir la ciudad no debe consumir. Paro urbano, rural y nacional, que es legítima resistencia civil. Legítima porque claramente están agotadas todas las instancias. La ley, la justicia, el diálogo, el derecho de peticionar y el de manifestarse. La legítima defensa también es un derecho personal inviolable.

No existe ley, fuerza ni GESTAPO en el mundo capaz de obligar a consumir y gastar al que no quiere.

Es prudente madurar la idea.

Le han declarado la guerra a nuestra nación hay que defenderla. Es mandato constitucional también y no precisa armas ni formaciones especiales.

Naturalmente habrá “daños colaterales” es inevitable, siempre que llueve alguien se moja y se enferma.

La responsabilidad y culpa es exclusiva del que agrede, de quienes los dejaron hacer y de los que garantizan gobernabilidad para profundizar la fosa que nos enterrará a todos.

No hay un conflicto con el campo, otro con la prensa y los medios o un tercero con la economía y los índices falsos. Hay uno solo; el de una banda de amorales depredadores contra la nación, queriendo quedarse con el país con el argumento de hacer uno nuevo.

¿Acaso hay otra alternativa? Penoso señores dirigentes sean “referentes” legisladores o simples lenguaraces, haber llegado a este punto, ustedes también caen en la volteada, ya no se los necesita, son intermediación parásita, que ha hecho prohibitivo e insalubre el costo de existir.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Claro clarísimo, coherente y razonable. Lo felicito Quiera Dios que muchos pongan a madurar la idea y se pueda llevarla adelante sin conductores, ¡ESPONTANEA!.