Una muy buena pregunta en este momento, en que se compran y venden medios de comunicación y periodistas, gobernadores, dirigentes empresarios, sociales, políticos y legisladores.
Pues asómbrese: usted, yo y todos ¿por qué nos quejamos entonces?
De su trabajo cualquiera sea, un mínimo del 45% ingresa directamente a la caja maldita de la que no sale un cobre para darle los servicios elementales que son la razón de ser del estado. No se distribuye un céntimo para nadie.
De cada cien pesos que se gastan sea en servicios o compras, más de la mitad en forma directa o indirecta van a la caja.
¿Qué recibe a cambio? La obligación de seguir gastando en la educación de sus hijos, sea colegios privados o clases particulares, en salud privada, en seguridad, en transportes alternativos, no para pasear o hacer turismo, solo para llegar al trabajo y volver a su casa sin morir en el intento.
No hablemos de asegurarse un retiro digno, desapareció la esperanza, de retirarse o jubilarse. Pero paga igual por lo que nunca tendrá.
No todo es negativo, puede ver fútbol por todas las señales, si paga el cable, la cadena nacional y en los intervalos, la degradación fuera de todo límite de los contenidos y publicidad de los medios libres de comunicación.
Por cada peso que “concede” el estado para asistir a quienes están al límite de la existencia diez o más ponen los privados, empresas, iglesia y simples particulares a los que no le sobra nada, en mantener comedores, educar, dar becas etc. Sin contar la inversión de tiempo personal.
Si colapsara esta espontánea red social el país estalla.
Debe ser el único caso en el mundo y la historia en que un pueblo no solo elige a los peores sino que les paga para que lo destruyan cultural y económicamente y se hace cargo de hacer lo que no hacen los que cobran por tener un cargo que no desempeñan pero dicen los dirigentes que hay que mantenerlos en el trono dorado.
Las palabras y las ideas pueden discutirse, los números no:
Para su balance personal I
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