septiembre 01, 2009

BASES MILITARES ¿PARA QUE?






Los políticos de los EEUU y sus financistas no se arriesgarán a una nueva Corea, Vietnam o Irak en Sudamérica, salvo que la relación costo beneficio, incluso a perdida sea muy positiva.

Si alguien cree lo contrario, más le vale despertarse, de esta salimos solos o ya estamos refritos.

Los presidentes de Ecuador y Argentina declaran muy sueltos de cuerpo en conferencia de prensa que no saben de qué se trata las bases en Colombia, pero se oponen

Esta visto que a La Orate no les van los diálogos, sean domésticos o internacionales, lo suyo es el monólogo y pontificar Urbi et Orbe, revestida de infalibilidad. Las neuronas que natura non da, la presidencia non presta.

¿Hasta cuando seguirán exhortando al diálogo y al debate, dirigentes, analistas y monseñores o trabajan para comprarles tiempo?

Las bases militares fueron necesarias en tiempos que había que reabastecerse, acortar distancias o tener información directa en terreno.

Asombra como todos parecen haberse quedado anquilosados en el tiempo, hoy los aviones se reabastecen en vuelo, tienen autonomías fantásticas al igual que los portaviones y submarinos atómicos, cientos de satélites que ven, escuchan y fotografían cubren toda la superficie de la tierra.
Basta pulsar una tecla para paralizar las comunicaciones y desencadenar el colapso en cualquier país.
¿Cuántas horas puede demorar la infantería de Marina en desembarcar donde la manden o las unidades aerotransportadas en ocupar cualquier sitio perdido en el mapa?
Tiempo y distancia se han comprimido en función de la largamente superada velocidad del sonido y la comunicación en tiempo real.

Las bases militares hoy solo son un instrumento de guerra psicológica, su amenaza es comparable al antiguo “espantapájaros” o al cuco que se iba a llevar al nene malcriado que no comía.

Poco importa cuantos “marines” haya en Colombia o que amenaza representen; interesa que Colombia los eche o los limite en su actividad. El objetivo es debilitar la guerra contra el narcoterrorismo en Colombia; a los EEUU en su frente interno y acreditar a los democráticos dictadores como humanitarios pacifistas que han detenido al Goliat imperial.

Distinto es el caso de las bases militares de Venezuela en Bolivia.
Que comenzaron siendo las dos que se muestran, oficialmente anunciadas por Morales en septiembre del 06 y hoy se han extendido a las fronteras con Perú, Chile, Paraguay y Argentina.
De las que Alan García, Correa, Lula, Lugo, Kirchner y Bachelet no hablan.

Que son centros de formación y difusión terrorista a través de la penetración de alfabetizadores, médicos, trabajadores sociales y presuntos religiosos, la políticamente correcta cobertura de los instructores terroristas. Vuelos, personas y “mercaderías” que entran y salen sin control.

Si dos presidentes que salen de una conferencia internacional para tratar la cuestión, no saben de qué se trata las bases de USA en Colombia, difícilmente pueda yo saber que dicen los acuerdos militares de Chávez con Putin, Irán, Argelia y Libia. Coincidentemente el destino de su gira actual, no bien terminada la conferencia de UNASUR.
Solo nos faltarían Siria, China y Corea del norte para hacer una ensalada militar extracontinental.
Volviendo sobre la cuestión de la prensa libre, finalmente todo se sabe gracias a los periodistas independientes extranjeros que informan en sus países y tienen la gentileza de participarnos de sus artículos, de lo contrario aquí nadie se entera.

Recuerdo haberlo escrito hace poco, tendrán que controlar Internet y … y … Hasta que llegue la mordaza para todos. Un paso forzosamente lleva al otro, el único secreto es que camino se elige.

Los del prohibido prohibir siempre terminan reglamentando los reglamentos y controlando a los controladores, el viejo cuento de la buena pipa ¿Se acuerda? El cuento de nunca acabar, pero que siempre se termina porque harta y hasta pueden pegarle si quiere seguir.

La prensa argentina tiene mucho espacio libre para cualquier pavada, pero no informa lo que ocurre en el vecindario que amenaza a la nación. ¿A quien sirven o a quien son leales?

Para muestra:
un botón El tema fue motivo de un artículo del periodista chileno Hernán Concha Vergara, que publicó como colaboración esta página*, tres días después publique otro que tenía en preparación sobre la misma cuestión**.
Siendo información veraz y verificable, de un conocido y prestigioso periodista, ni antes ni después se publicó una sola línea en argentina sobre el siniestro fondo de la información, salvo un fugaz suelto policial-político en Clarín y La Nación, exclusivamente limitado al supuesto atentado contra Evo Morales, una vieja historieta de Castro y Chávez, que a nadie interesa.

El tiempo vuela, espere si quiere al nuevo congreso de Diciembre o a las elecciones del 2011, en tanto sigamos regalándoles tiempo dialogando y especulando con frentes, alianzas y Moncloas, para que terminen su trabajo sin complicaciones.
No somos tan importantes que el mundo depende de nosotros apenas un pieza secundaria, en el tablero de la política mundial en la que los tiempos están rígidamente interrrelacionados, el mínimo engranaje es capaz de trabar un complejo mecanismo.
Como en un gran banquete cada servicio debe estar a su tiempo y en su punto.Apurar al que se atrasa y frenar al que se apura, para que no ocurra un descalabro que afecte a todos. De allí viene el manejo de los tiempos y la necesidad de comprarlo hasta que este cerrado el anillo de hierro.
Reformas constitucionales y políticas, mordaza a la prensa, ideologización de la educación son simultáneas y coincidentes, ¿ingenua coincidencia?

Podrá creerlo o no, pero no poner a Duda de portero y vigía es de una irresponsabilidad dolosa.
Presumo que muchos van a tener un muy mal despertar bruscamente sin cabeza, los demás confirmaremos que si el río suena agua trae, para lo que nos pueda servir, ya será tarde.

*Mario Concha Vergara

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