septiembre 25, 2009

JURAIS DESEMPEÑAR EL CARGO.....

Juramento de los Horacios . David



Hay muchos problemas que resolver.

Es la más toxica y envenenada de las afirmaciones que diariamente se hacen.
Negociados, medicamentos falsos, salud, educación, narcotráfico, corrupción, inseguridad, pobreza, federalismo, presión impositiva, inexistencia de justicia e institucionalidad, estadísticas falsas, imposibilidad de transitar, etc.
Unos privilegian uno como el fundamental y otros el otro.

En verdad no son muchos ni alguno el principal. El problema es uno solo, la existencia de un gobierno que siendo el único causante, todos parecen empeñados en sostener y asegurar que continúe*.
Si desaparecen los Kirchner y sus sátrapas provinciales y políticos, no habrá que pensar como se resuelven, simplemente desaparecen no habiendo quien las provoque. Como el pulpo, no importa si son cinco o cien los tentáculos, solo hay que cortarle la única cabeza que tiene.

Lógicamente no es la solución final, Hay que reconstruir la base ética y moral de la sociedad que permita convivir respetándonos, la producción, el comercio, la cultura y hasta la historia, que han sido pervertidos y desmantelados, pero al menos lo candente, lo que quema todos los días ya no estará.
No es posible pretender reparar, con un incendio en cada esquina y el loco incendiario moviéndose libremente con el bidón de nafta y la caja de fósforos.

De ésa reconstrucción claramente no pueden participar quienes los han sostenido, legalizado o colaborado en todos sus atropellos, es una cuestión de elemental sentido común.*

No es un duelo a primera sangre es a muerte, tu vida o la mía; un tajito y sentarse a descorchar champagne para festejar una voto no positivo o que en una elección un delincuente le gana a otro, es de tarados.

Me animaría a sostener, aún cuando parezca poco correcto, que más que un Gran Acuerdo Nacional es la hora de una Magna Discriminación Nacional, sin necesidad que algún puro juzgue este si o este no. Más simple y sencillo: si estuvo se va para siempre, pasó su cuarto de hora.

No se lo juzga ni se lo acusa, pero se va, se esconde y que no se lo vea ni se lo oiga nunca más
Perdió un solo derecho para siempre el de estar y opinar. Más le vale dar las gracias, los argentinos perdimos todos.
Inhibición de por vida, para aquellos oídos delicados que les hace ruido lo de discriminar.

“Juro… y si así no lo hiciere que Dios y la Patria me lo demanden” no es una fórmula sin contenido. Juraron por Dios, por su honor o con los dedos cruzados pero lo hicieron, hacerse cargo entonces.


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