Ha sido un año duro, pintaba de hereje y maduró rojo con cuernos y cola. Comienza el último fin de semana largo, es prudente recargar baterías, para terminarlo como se merece a toda furia y comenzar el próximo distendido y relajado.
El nuevo será consecuencia del que se va y por lo general la consecuencia de lo malo es lo peor, más vale estar avisado. Parafraseando un concepto que leerá, no soy pesimista, solo un optimista razonablemente informado y con unos cuantos tacos de almanaque gastados.
He previsto para estos tres días reproducir dos artículos de excepción, si señor, copia y pega, no es posible imitar o plagiar a un grande del periodismo, escritor, agudo observador y académico de la buena lengua castellana. Que los disfrute.
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