ESTADO DE DERECHO MAFIOSO

Es la definición exacta de esta Argentina.
Muchos lo supimos de hace años, otros lo están aprendiendo a su costa, en tanto todos padecemos las consecuencias de los idiotas útiles que sostienen la criminal asociación ilícita.

Los que especulaban y lo siguen haciendo con ingeniería electoral para convalidar el fraude, se llenaban la boca con la necesidad de diálogo y consenso, los que apelaban a los magistrados, pedían audiencias, perdían horas y días en las comisiones y pasillos del congreso, armaron carpas y golpearon cacerolas, están recibiendo el justo pago por su delirio.

Si no se eterniza la caja del juego no hay presupuesto ni obras, en la Ciudad y se hunden las provincias.

La caja del juego es solo circunstancial, el núcleo es el capricho soberano del tirano. Doblegó a las FFAA, a la prensa, al campo, al congreso, a los gobernadores, tribunales inferiores y Corte Suprema. Un día lo celebran unos, al siguiente otros. No es la gran capacidad de unos pocos sino la cobardía y estupidez de muchos que servilmente bajan la cabeza a cambio de salvar su huerto.

Toma y daca, Quid pro quo, peaje, extorsión, protección, póngale el nombre que quiera es simplemente la ley de la mafia que desde la antigua Grecia los pensadores llaman democracia y estado de derecho.

La Paz es la paz, la guerra es la guerra, cada una tiene sus propias reglas. No se puede caminar en el mar ni nadar en la tierra, lo saben los idiotas, lo ignoran los dirigentes.

Se termino el paño para cortar, ahora van por ellos ¡Bienvenido sea!
No era coherente buscar o esperar una solución mientras quedasen títeres con cabeza ofreciéndose como alternativa, para hacer lo mismo con distinta cara.

Cuando comiencen a rodar cabezas es el principio del fin. Cuando desaparezcan todas recién será la hora, con los pies en la tierra y saliendo de la nube de delirios teóricos, de pensar en rehacer ,viendo en que mundo estamos y que es lo que ha quedado. Que materiales sirven y cuales hay que dejar desintegrar naturalmente.

Está a la vuelta de esquina, a ponerse de pie, limpiar la casa y esperar la hora de reconstruir sin hipócritas, saboteadores ni proyectos utópicos, importados o reciclados. Si algo está en claro es todo aquello que no sirve, por reiterados fracasos.