Es difícil, lo reconozco, pero entre el frío y un estado gripal es difícil trasnochar. Quedó el televisor prendido para escuchar y cada tanto ver una imagen por visión periférica entre un duermevela y el siguiente.
Sin lugar a dudas como síntesis PERDIÓ la fórmula seleccionada y dinamitada por Cristina Kirchner y su banda de ignorantes.
Curiosimo ejemplo de morir por fuego propio con una sonrisa y llorar despues de muerto.
Macri consiguió la reelección e hizo el gigantesco esfuerzo de no caer en pasados errores.
Debo reconocerle el mérito de poder hacer equilibrio en un jardín de infantes malcriados.
Debe ser muy difícil por no decir imposible decirle o sugerirle a cada huevón puesto en personaje: no hagas esto o lo otro, pórtate bien, saluda, da las gracias, no te hagas el payaso o desenrosca esa cara de culo.
Contó esta vez con ayudas inapreciables: dos irreconocibles propios: Pinedo y Rodríguez Larreta con sobredosis de simpaticol y la espontánea franqueza de su vice María Eugenia Vidal, ajena a poses, todos los demás en la misma línea con tres excepciones, el desubicado Santilli, el ecuatoriano estratega y el roba cámara de Kipá.
PERDIERON POR GOLEADA TODOS LOS OTROS: su circunstancial opositor, su mandante y los caciques sin indios que presumen habérselos cedido
En el Frente de la Derrota, vimos la patética presencia de los corderos del sacrificio lloriqueando por su triste destino en un acto sin precedentes en el mundo, reconocer una derrota antes que se informe un solo resultado, me quedó la duda si fue una orden rajante de la presidencia para ponerle fin a un ridículo circo de banderas o fue un venenoso pase de factura del candidato a los que lo torpedearon; Muy evidente resulto la búsqueda ostensible con nombre y apellido de dos ministros impresentables que estaban escondidos.
Así fue, hoy por hoy no ha cambiado nada, sigue la función con nuevos payasos y equilibristas; veremos dijo un ciego si queda alguien para bajar el telón.
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