julio 30, 2011

AYACUCHO, VIOLENCIA PROVOCADA




Conozco el paño como mi mano, fue casi mi segunda casa, los veranos y parte del invierno, desde los 14 a los casi 30 años; en el cuartel 10, del ejido rural estaba el campo de mi bisabuelo, que luego fue de abuelos, tíos y padres; radicados en la ciudad vivieron antes que el Martín Fierro les cantara a los pingos de Ayacucho, parientes de sangre y políticos.
Con motivo de un hecho de violencia e inseguridad reciente muy difundido me llamaron la atención dos cosas: el hecho en si mismo y la reacción desmedida de los vecinos en apariencia injustificada, por un hecho de violencia que es cotidiano en todo el país.
Si la violencia irracional y las perversiones son iguales, los delincuentes son de la misma cría.


Había sin duda un elemento escondido al que por alguna razón nadie llamaba por su nombre.
Primero llegaron comentarios aislados y a partir de ellos, salí a rascar la superficie, no hizo falta mucho, la punta del iceberg estaba casi a la vista, imposible no reconocerlo cuando el modelo se repite en otros pueblos, sacudidos por violencias que les son ajenas.


No habiendo pruebas hay que ponerle un nombre: Política poblacional del gobierno de BsAs o como descomprimir la violencia e inseguridad del conurbano.


Contrabando hormiga de personas es el método.
Un intendente corrupto que entrega terrenos abandonados de dudosa titularidad y un gobernador que en camiones y micros reasienta poblaciones de los villeríos más conflictivo del conurbano con pibes chorros, desarmaderos, paco, cocaína y cocinas incluidas en ellos.
Una elegante rebusque del modelo, para ampliar el negocio y diluir responsabilidad e incómodos conflictos sin ningún gasto. Lo que dice una perfecta canallada.


¿Por qué otra razón habría de mantenerse a personajes de la catadura moral de Zaffaroni, Randazzo, Anibal Fernández, Scioli o Arslanian, haciendo sebo sin dar una mano de tanto en tanto?
Poblaciones que viven a puertas abiertas, gente confiada honorable y trabajadora era para iniciar la caza del pichón o la mercadería disponible para que progresen los invasores.


Salidas abiertas a la ruta 3, Tandil, Balcarce, Mar del Plata, Necochea y los partidos de la costa, el complemento ideal.
Que lejos quedó aquel Ayacucho que junto a otros 6 o 7 partidos: Alvear, Madariaga etc. fueron los pueblos limpios de BsAs donde los peronistas nunca pisaron ni en tiempos del general, pero llegó el progreso, se llevó el ferrocarril y los talleres, comenzó la muerte lenta, Lo que Perón no pudo lo hicieron los que usan sus banderas y los saqueadores kirchneristas.


Hasta acá puedo llegar; apenas soy tero que avisa, sería ridículo presumir de águila; que otros con capacidad y recursos para hacerlo recojan el guante y llene los puntos suspensivos, sin mayor esfuerzo van a encontrar carroña de todos los colores. La prolijidad no esta dentro de los hábitos de los vándalos.


Eso si no busque culpables con pruebas; acá nadie fue, nadie vio nada, si al felpudo Scioli se le pierden helicópteros y autos que se cansaron de buscar con toda la policía rastrillando por tierra mar y aire, buzos tácticos incluidos, si entran y salen toneladas de drogas que nadie ve como entran o salen; porque razón no se le pueden perder asentamientos de okupas. Sin que nadie pueda dar razón de ellos.


Habrá que pensar seriamente dos veces antes de permitir que lleguen rusos delincuentes paracaidistas a las intendencias de ciudades de gente trabajadora y honesta, poco importa que camiseta se pongan.


Acá la situación supero antinomias políticas es una guerra entre argentinos que solo pretenden ser lo que fueron y vivir con sus tradiciones, hábitos y costumbres y los invasores que entraron a saco a matar violar y esclavizar al que se oponga.

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