Salir del atraso y corrupción argentina, para llegar al éxito del Brasil
Palabras más o menos es el mensaje de Duhalde, Alfonsin, Macri y Narváez, sumando a los cuatro no se les cae una idea, por eso recurren a copia y pega.
Dos candidatos a presidentes y dos que quisieron serlo; con semejante patriótica dirigencia es imposible llegar a la esquina.
A Dilma Rousseff que no es precisamente Santa Teresa de Calcuta le estallo en la cara el corrupto modelo de su predecesor.
Siendo que en el mundo sus colegas presidentes compiten a ver quien la hace peor, cree tener suficiente margen de maniobra.
Se fundirán y desaparecerán naciones pero los responsables siempre caen parados o financian su retiro dorado dando conferencias sobre lo que hay que hacer.
La próxima crisis terminal multiburbujas de fantasía está en puerta o ya entró.
Que Brasil se cocine en su propia salsa no es algo que me desvele.
La historieta del socio comercial que inventaron empresarios que de uno y otro lado viven prendidos de la teta del estado robando con una mano en cada país nunca me la he creído.
Si nuestro futuro económico y comercial se reduce al Brasil es porque ya estamos mentalmente colonizados.
El delirio del mercado común y los hermanos latinoamericanos tampoco son delicatessen que me seduzcan.
Basta una mirada a la Comunidad Europea donde no se soportan más y por una picardía de algún cerdito latino mediterráneo todo estalla en pedazos, euro incluido, por algo los Ingleses que no son improvisados en estas cosas siguen aferrados a sus Libras Esterlinas, peniques, onzas y galones; más vale dejar que las putas baratas de puerto se arranquen las mechas por la última moda que llega del primer mundo.
Son dos modelos de saqueo, El brasilero es el tradicional de los imperios coloniales: roban a lo grande, pero le tiran los huesitos a los indios. No tienen retenciones porque el trabajador para producir debe ganar alguna moneda y seguir yugando contento, tienen años de negreros; como gana el que transporta las cosechas por tierra o por mar, solo las grandes obras tienen mucha carne para morder, ni se nota.
En Argentina el simil es San Luis, atravesado de rutas a ninguna parte, Wi Fi para todos, con tanta luz que nunca es de noche y reciben gratis de los alienígenas amigos del Alberto.
Es bueno recordarlo, San Luis solo envasa papel higiénico, galletitas y películas para proveer de señoritas o veteranas artistas a la casta dirigente; hace de todo solo alquilando domicilios comerciales para que las mercaderías salgan “made in San Luis” con los beneficios de la promoción industrial; pura fantasía y asientos contables.
El otro modelo es el de los miserables ladrones de gallinas, roban monedas con los materiales en obras que se caen a pedazos antes de concluirlas o no se terminan. Construcciones solo para inaugurar al anuncio y reinaugurar antes de terminar.
El gobierno contento por anunciar y mostrar obras, todos felices misión cumplida. Después aparecen los muertos y estafados en Jujuy, Chaco, Formosa, Tucumán y BsAs Pero eso es política dirán, para desprestigiar el modelo económico.
Viviendas, trenes gasoductos y rutas solo con el anuncio entran en la estadística de las realizaciones para repetir hasta el hartazgo en el atril y cumbres internacionales.
Comprendo su duda o legítima angustia:
-¿Me esta diciendo que es el modelo de la destrucción o el de roban pero hacen? ¿No queda esperanza o ilusión de algo mejor?
-Correcto, esa es la diabólica opción, no esta previsto que haya otra y una desubicada mayoría opte por ella.
Esta dictadura que llaman democracia para presentarla como cosa buena, deseable y políticamente correcta, esta solidamente blindada contra peligrosas innovaciones.
Vote y cállese la boca. Los profesionales de los partidos saben lo que hacen, dedican su vida a ello a interpretar lo que la gente quiere y lo que le conviene. Horas de su vida le quitan a sus familias para consensuar listas con los más selectos representantes disponibles para que usted descanse tranquilo.
En síntesis, ya veremos si sale pato o gallareta, desde que el mundo es mundo: el hombre propone y Dios dispone, acá si no le doy opción a nadie: crea o crea.
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