ISIDRO ¿HOMICIDIO ES UN TERMINO CONFUSO?

¿Asesinos, Homicidas o Genocidas?

Muerte causada por una persona a otra, coinciden los códigos penales y la Academia del idioma.
Que matar de un balazo es homicidio nadie lo duda, pero parece que matar con químicos o curetas es honesto y legal, inclusive los estados se hacen cargo de los gastos o los financian en el extranjero.
Homicidio es el hecho de dar muerte a otra persona independientemente del motivo, razón o el método que se utilice.
Podrá haber circunstancias eximentes, justa defensa; agravantes o atenuantes. El hecho permanece.
Promocionarlo es apología del delito, sea este simple o adopte la forma de genocidio, cuando la matanza se hace por razones religiosas, raciales, o negársele a la víctima su condición de persona humana sujeta al derecho natural y positivo.
Así de simple, no tiene vueltas ni discusión posible.

Asesino genocidas en asociación ilícita con premeditación y alevosía serán Barack Obama que la financia (*), Zapatero y los Kirchner, que las auspician, promocionan y pagan; legisladores que las aprobaron y magistrados, profesionales o particulares que las ejecutan.

Se han publicado cientos de excelentes artículos sobre la cuestión, la ciencia médica lo tienen muy claro; este artículo nace de una pregunta ¿El o los responsable de dispararle dos tiros alevosamente a una mujer embarazada a término, que aún se encuentra en estado crítico y de la muerte de su hijo nacido vivo por cesárea con lesiones que lo llevaron una semana después a la muerte, son o no son homicidas asesinos?

Más allá de la bestialidad del hecho, será para alquilar balcones el circo doctrinario que montaran penalistas, jueces y políticos, incluyendo falsificación de autopsias un procedimiento muy conocido y de buenos resultados en argentina.

La cuestión no es menor, una definición doctrinaria es la clave del arco sobre el que se ha construido un edificio perverso. Si cae un perejil subhumano, caen necesariamente todos los principales y sus corifeos. Si ése feto era humano antes de nacer cuando se le provocaron las lesiones que causaron su muerte, es tan humano como cualquier muerto con alevosía y premeditación por un químico o una cureta.

Desde la concepción se es humano, la persona no se adquiere con el paso del tiempo, este podrá otorgar responsabilidad penal y la posibilidad de adquirir bienes o contraer obligaciones o ejercer todos los derechos de un ciudadano.
La cuestión está agotada en cuanto a razones y argumentos, pero existen muchos espíritus inquietos por las novedades o seducidos por teorías delirantes, que a veces necesitan un golpe de realidad para entender lo que con claridad comprende un idiota. Una condición intelectual francamente superior a la del jefe de gabinete, que en las redes sociales sentencia “que estaban esperando la muerte de este pibe para hacer politiquería” olvidándose de sus propias responsabilidades por el cargo que ocupa y los ministerios de Interior, Seguridad y Justicia que ocupó sin solución de continuidad.

El ser humano persona, sujeto del derecho existe desde el instante de la concepción, solo un perverso puede creer que es una ley la que decide a partir de que edad del desarrollo se transforma de una cosa en un humano sin que medie una sola razón científica que lo sustente.

No es necesario apelar a creencias o convicciones religiosas, para ello basta y sobra la simple razón humana que nos diferencia de los simios.

En este caso pelearán como fieras por la impunidad el estado nacional, responsable de la justicia garantista que libera peligrosos delincuentes sin cumplir la condena para que sigan matando, la seguridad de la provincia de Buenos Aires, que habilita sucursales bancarias, que como dijo un juez no podrían ni vender panchos y el banco Santander-Río que ahorra gastos con la vida de sus clientes.

Isidro por simples razones de tiempo y lugar no será número de una estadística, “leader cass” le llaman los sajones, más preciso es el castellano, “caso bisagra” el que abre o cierra puertas.
Si todos los queremos y Dios lo quiere, salvará miles o millones de vidas.
Tiempo al tiempo; cuando llega, circunstancias y personas se alinean hacia donde corresponde. Soberbios y tiranos no lo controlan ni lo pueden comprar.

(*) Financista mundial de Asesinatos

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