agosto 01, 2009

ENTRARON COMO CABALLOS AL CORRAL



Ayer lo escribía, antes de aceptar una invitación era necesario exigir el cumplimiento inmediato de todo lo acordado, prometido y anunciado. Lo cual no es negarse ni desafiar, simplemente lo elemental entre personas que llevan año y medio dialogando sobre lo mismo. Terminó la reunión y les refregaron por la cara todo lo que anunciaron, prometieron y no cumplieron.

Ir desnudos para el cachetazo obliga a salir y responder a la agresión y el destrato. Fin de la mano, perdieron.

Donde se quieran hacerse los pesados o hablar de un nuevo paro, justifican la peor respuesta, los usaron y manejaron a su antojo para llevarlos exactamente donde los querían poner: o cierran el pico o se ponen en golpistas desestabilizadores, conspirando contra la gobernabilidad; el juego de siempre. Ni un crío de tres años entra en este juego.
Eligieron la mitad de camino, vamos al parlamento, donde los esperan con la taba cargada. Repetición matemática del camino del año pasado, defensor del pueblo, comisiones legislativas, Corte Suprema etc.

A quienes conocen un poco de la cuestión agropecuaria se les habrá hecho difícil creer lo que escuchaban de boca de los ministros, el común de la gente ante la avalancha de números y miles de millones que han generosamente entregado al campo, sacándoselo de la boca a los pobres; se quedó al menos con la duda ¿parece que el gobierno tiene razón? ¿A quien se le carga la culpa, a los que desinforman o a los que le dan la ocasión? Es naturalmente difícil aceptar que públicamente tres ministros mientan con semejante descaro.

Necios estrategas negociadores siguen sus planes, desde un lado y el otro, los acontecimientos tienen su propio curso, independiente de la voluntad de los hombres.
Esta demostrado que en un país en que todo esta prendido con alfileres, un simple virus, para citar al más chiquito, es capaz de desquiciar la salud pública, el consumo, la economía y la política.
Algunos le llaman casualidad, prefiero darle el nombre que tiene: “los inescrutables caminos de la Providencia”. De esta gentuza no vale la pena ocuparse, seguiremos esperando que terminen de armar el lazo para que entre la cabeza de todos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡¡¡ Tirer son chapeau !!!Esta y la de la Refundación fueron muuuy buenas...

Un saludo...