Se ahogan Radio Mitre, los canales de cable, canal 13, Tinelli, Gelblung, TVR, Bonelli y toda la banda de ordinarios depredadores que viven de ellos.
Una posibilidad tan fantástica como difícil de creer que se haga realidad.
Se rasgarán miles de vestiduras en defensa de la libertad de la prensa que informa según sus intereses.
Si los pretenden reemplazar con medios de su cultura popular, mejor, conociendo el material que disponen tienen asegurada audiencia negativa –O. Ni falta hará promover un boicot, será espontáneo.
Sin audiencia no hay publicidad y sin esta radios, diarios ni TV, la caja feliz tocó fondo. El paso siguiente será el control de Internet y luego el control de… y de…, no hace falta pensar más. ¿Cómo se sostienen sin mentiras? Vuelven el boca a boca y el rumor, no hay tiranía que haya podido con ellos.
Todos se informan sobre la marcha de la economía por el bolsillo, no se precisan los índices del INDEC ni programas de economistas. Nadie alimenta su espíritu con los ladridos del jefe de gabinete, de la presidente o sus sicarios.
¿Qué se pierde? Solo costumbres, unas más de todas las que perdimos. ¿Qué se gana? Salud mental, tiempo y dejar de hablar de cada pavada que instalan. Desaparecen de la pantalla, Macri, Sola, Narváez, Carrio y todos los personajes tóxicos.
Negocio redondo para las casas de videos y la posibilidad de elegir que película se quiere ver.
Dejarlos repito, se manean solos, un paso los lleva al otro y la sucesión al precipicio, afortunadamente se llevarán toda la basura que los acompaña a cuestas.
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