SERVICIOS Y CLOACAS
No hay dificultad en reconocer el parentesco que liga las funciones a las que aluden estos dos términos. Días atrás comparando hechos y anécdotas del pasado con nuestra realidad diaria, me picaron algunas semejanzas que comparto. Esas curiosidades que desintoxican y traen aire puro, ya que estamos en un tema tan sucio y apestoso de por si, como el ambiente que nos rodea.
No hay dificultad en reconocer el parentesco que liga las funciones a las que aluden estos dos términos. Días atrás comparando hechos y anécdotas del pasado con nuestra realidad diaria, me picaron algunas semejanzas que comparto. Esas curiosidades que desintoxican y traen aire puro, ya que estamos en un tema tan sucio y apestoso de por si, como el ambiente que nos rodea.
Vayamos a la cuestión, retrocediendo hasta el filo del cambio de era s.I a.C. En Roma, bajo el gobierno del Divino Imperator Augusto Octavio, el “restaurador de la República” parece una contradicción; para nosotros una combinación conocida, repetida y cotidiana.
Tiberio Claudio que sería su sucesor vuelve a la Urbe, después de años de ausencia al frente de las legiones que en Germania, Panonia, el Danubio y el Elba, trataban de consolidar las nuevas fronteras de la república imperial y asegurar la romanización imposible de las tribus germanas. Léanse Afganistán, Irak, el Tigris, el Eufrates o democratizar el mundo y coincidirá que nos podíamos haber ahorrado el viaje y el retroceso en el tiempo.
Tiberio, que no era un fanático moralista ni el degenerado incapaz, que nos han vendido los historiadores, acusa el golpe de la degradación de las costumbres y de las instituciones políticas en Roma. Afectado en los principios y en su persona, por haber sido adoptado como hijo y sucesor por el Augusto cuya hija, Julia es su mujer. Tal es el impacto, que a continuación del episodio que se relata, abandona la vida pública y se recluye en Rodas a dedicarse a vivir en paz, meditar y al estudio de las matemáticas, ciencias naturales y filosofía.
Recibe en su casa la visita del Prefecto del Pretorio, angustiado por la información que posee y que debe reportar al Augusto. Siendo Tiberio parte afectada y conociendo su fama de hombre justo, le expone lo que sabe, cuyo núcleo es la conducta de Julia, y los escándalos públicos que la tienen como personaje central y afectan la seguridad del estado. A Tiberio, que tiene sus propias fuentes, le sorprende el aceitado sistema de espionaje y la falta de libertad que ahoga a Roma, cuyo fino olfato había percibido en sus recorridas en solitario por mercados, cantinas y burdeles; por lo que requiere una completa información.
- Si bien pertenezco a la familia del Augusto y soy la cabeza de la gen Claudia, solo soy un general y estoy alejado de la política y las intrigas. Ponme al tanto, percibo que esta ciudad que encuentro, no es la misma que deje hace pocos años.
-Señor, tiene usted razón, hubo grandes cambios, no os va a gustar lo que tengo que decir, en éstas listas hay nombres y direcciones, se los debía dar al Augusto pero no me atrevo, algunos de los nobles con los que la señora Julia tiene relación son lo que en términos profesionales llamamos “riesgo de seguridad”; el tipo de gente que no pasaría el “veto positivo”. Le daré señor, una idea general del nuevo sistema, que usted desconoce por su prolongada ausencia.
Preocupado Augusto por la posibilidad de designar hombres cuya lealtad al nuevo orden no fuera lo que debía de ser, resolvió que el prefecto y la policía sometieran a todo posible candidato a una detallada investigación, de hecho, todos los nobles, caballeros, funcionarios, banqueros grandes comerciantes e incluso senadores quedaron bajo observación: antecedentes, amistades, conversaciones en las casas, asuntos financieros y comerciales, vida y preferencias sexuales. Personal de servicio, esclavos,porteros, proveedores y vecinos, todos saben algo del todo, basta comparar, cruzar y completar datos. De esta manera se arma un perfecto mosaico, dónde las pequeñas piezas que aisladas son irrelevantes, en el conjunto adquieren toda su importancia. Que permite aplicar un “veto positivo” con pruebas irrefutables a quienes no superasen el examen. No corresponde que yo lo diga, pero el sistema es una maravilla. Muchos de los jóvenes relacionados con la señora Julia son lo que llamamos de categoría C o D, es decir que tienen suerte que se les permita residir en Roma y no se los recluya en sus fincas de campo o se los destierre y confine sus bienes. Recibimos todo tipo de informe, de los que llamamos cloacas porque es su trabajo recoger toda la mierda que hay en Roma para que podamos inspeccionarla y clasificarla.
Le puedo jurar, señor, que estando acostumbrado a esto, se me paran los pelos y se me congela la sangre ante las revelaciones que se nos hacen.
Le dejo estas listas con nombres direcciones, lugares, antecedentes y vinculaciones de los caballeros con los que se divierte vuestra esposa. Hay muchos otros, que no siendo nobles carecen de importancia política.
Después de leer Tiberio una extensa lista de conocidos y sorprenderse por las informaciones que desconocía, sintió asco y añoró la paz y beatitud de los bosques germanos y la guerra con sus tribus.
Hoy llamamos a estos trabajadores de la información los servicios, verdaderos sucesores de los cloaca de Roma. Hoy también añoramos una republica que convive en lo formal con el imperium real, abyecta conjunción a la que hemos bautizado como “estado de derecho” para eludir responsabilidades. Se viste traje en lugar de toga, sigue habiendo caballeros y nobles, por derecho de “bolsa” en reemplazo de la sangre, simples formalidades.
Es una época que tiene mucho jugo para exprimir y comparar con los delicados caldos de hoy en día, antiguos y nuevos cepajes de la vieja vid humana, dejo esta ilustrativa cata para más adelante.
FUENTES: Para arrimarse a comprender la actualidad, trascendentemente más valiosas que cualquier analista y politólogo que finalmente no son más que escribas al servicio de sus amos o intereses. Son hechos; comparaciones y juicios a cargo del lector. No es comida predigerida. Arme su mosaico con varios autores, las operaciones de prensa de hoy son juego de niños en comparación a las de griegos y romanos.
“Tiberio” de Allan Massie, ed. Diario El País, Madrid.
“La memoria de Tiberio” de Pierre Kast, ed, Caralt
“Yo Claudio” de Robert Graves.ed. Altaya, Barcelona.
“Claudio el Dios” de Robert Graves,ed. Narrativa histórica-Endhasa,BsAs (continuación del anterior)
1 comentario:
Llege a esta página por el mail deun amigo. Aún no salgo del asombro al encontrar una lectura libre de chabacanería y con estilo.
Mis más siceras felicitaciones de quien será su anónimo y leal seguidor
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