febrero 21, 2008

BIPARTISMO

CONSOLIDAR EL REGIMEN U ORGANIZAR LA NACION





Hace rato que va y viene la idea, tanto que hace más de un año le dediqué una opinión. Que sin presumir recomendaría releer.

El lunes nos desayunamos con la solución a nuestros males, a través de
¡tres! artículos del diario La Nación, dos propios y otro del Pontífice Terragno que ya sin resto de pudor sentencia: "Si bien los partidos han estallado, todavía hay dos fuerzas subyacentes, que son el peronismo y el radicalismo” El dirigente radical Rodolfo Terragno advirtió ayer que la democracia argentina se enfrenta a un peligro muy grande si no se reconstruye el bipartidismo.
No es la democracia lo que hay que salvar, sino la nación y su gente.

Nuevamente se pretende institucionalizar un país divido entre dos iguales el viejo personalismo radical y el más jóven personalismo peronista. Curiosamente dos partes que sumadas son la minoría del todo

Terragno y otros como el, han quedado anquilosados en el tiempo, intoxicados por citas y escritos. Es difícil comprender si añora el bipartidismo armado y personalista de unitarios y federales o aquel que reclamaba Pellegrini, una alternativa para otra época y otros hombres, ha corrido mucha agua bajo el puente que se llevó principios, dignidadades y conductas.

Identifican ingenuamente al bipartidismo con una garantía de alternancia en el poder y a esta como la forma de consolidar la democracia. Sofisma puro.
La alternancia y el bipartidismo por decreto hoy en día, es ni más ni menos que la institucionalización del Quid pro Quo o el toma y daca como guste; la impunidad y la corrupción legalizadas. Un poco para cada uno no perjudica a ninguno pero hace pedazos a todos. En pocas palabras la consolidación legal de un régimen autocrático y corrupto.

Si se trata de abrir una puerta al futuro sólo tengo en claro que la elección no debe puede estar repitiendo errores, entre injertarnos con los iluminados de Francia, probadamente tiranos y terroristas como el que más; o promover nuestra atávico caudillismo bárbaro. Ese medio que no pudieron encontrar los organizadores de la Nación por estar embanderados y quizás sólo Roca con sentido práctico trató de conciliar de manera poco prolija.

Imagino a una nación como un magnifico caballo que no se guía con anteojeras, sino con suaves presiones de las riendas sobre el bocado, de las rodillas en las paletas o los tobillos en los ijares. Cambio de mano, izquierda, derecha, al paso o al galope; fustas, látigos y espuelas son para los ignorantes.

Acompaño esta opinión del
artículo publicado en Tribuna de Periodistas por Armando Ribas. Otra opinión; con la que puedo tener puntos de acuerdo y divergencia, pero en lo general vale por lo ilustrada y desapasionada.

Rosas, Urquiza, Alberdi, Roca y Pellegrini hoy están en el bronce, dieron todo lo que tenían por una argentina que se fue, con otros hombres que ya no están. Aquellas beneméritas instituciones son como los sólidos y antiguos baúles de los abuelos, ya no sirven para viajar en avión. O cortamos el cordón umbilical sin renegar del pasado o jamás estaremos vivos.

¿Alguna vez desaparecerán los iluminados que se dedican a la magia y alquimia social? Tratando de obtener oro puro a partir de cocciones y destilados de lagartijas, corazones de sapo, setas venenosas, sangre de vírgenes y polvo de momias egipcias. Que ordenan a todos, por leyes y decretos lo que se debe hacer y los ingenuos que adhieren embelesados al discurso. Si no estoy confundido es una característica de las tiranías y dictaduras.

Si debo ser sincero ¡Magos y alquimistas a la hoguera!

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