febrero 29, 2008

FUNCIONARIOS PUBLICOS O ENTES

Foto Telam



Una raza de individuos/as clonados, no importan partidos o ideologías: irresponsabilidad, improvisación, soberbia e ignorancia supina son sus rasgos distintivos. Llámense Fernández de Kirchner Fernández a secas. Scioli, Macri o Rodríguez Larreta.

El colapso energético, del orden público, la seguridad, el tránsito y las ciudades; los ha unido por sobre todas las diferencias aparentes.

Unos globalizan o regionalizan la carencia energética que se cansaron de negar, otros hablan de fenómenos meteorológicos.

El caso particular de Rodríguez Larreta, por estar en caliente es aleccionador. No puede un porteño de muchas generaciones, hacerse el beduino de una perdida tribu del desierto que nunca vio caer 60 mm. de lluvia en una mañana, y califica el hecho de “fenómeno” imputando al Servicio Meteorológico de no haberle avisado con tiempo. Su jefe el “de la ciudad ya está buena” que saltaba baches en días soleados, culpa a las obras no realizadas, cuando el agua tapó la ciudad en dos horas por la falta de “Barrido y Limpieza” de calles y bocas de tormenta. Que no podían aspirar el agua que el vacío de los canales de desagüe le demandaba. La foto publicada de los remolinos son ilustrativas. Careciendo de la información detallada hora a hora de la lluvia caída mal pueden hacer un diagnóstico exacto de las causas. No hace falta ser ingeniero o técnico hidráulico para saberlo, con la física del secundario basta y sobra. Si tuviesen un mínimo de vergüenza, debieran estar peregrinando de rodillas a Lujan, en agradecimiento que no haya habido muertos y desaparecidos en los baches y pozos de calles y veredas.


Los vecinos pagarán los ridículos subsidios por los daños causados por su irresponsabilidad y la de los que los precedieron.
Muy distinta sería la cosa si se pudiese de inmediato trabar un embargo hasta cubrir gastos y daños o confiscar bienes a todos los funcionarios con responsabilidad en el área de las administraciones anteriores.

De ser posible; en lo sucesivo para conseguir un jefe, director o ministro habría que recurrir al auxilio de la fuerza pública, basta de caretas, figurones e improvisados. Hoy desde el atril delirante nos van a explicar como se soluciona lo que no ocurre y quienes son los últimos culpables de tantos males.

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