febrero 05, 2008

PERONISMO DE AYER DE HOY Y DE SIEMPRE

BENDITO KIRCHNER, PERMÍTEME PERMANECER

TE OFREZCO A LAVAGNA,MI PARTIDO Y LOS INGENUOS ARGENTINOS



Con motivo de la adhesión de Lavagna al proyecto Kirchner sobre el peronismo, el inefable Raúl Alfonsin pronosticó la aparición de un gorilismo rabioso, hagámosle el gusto, siempre es preferible tener unos pelos de más que renegar de los hijos, porque a Lavagna fue usted Alfonsin el que lo empujó a la arena y le prestó el partido. Comprendo que a su edad pueda haberlo olvidado, fue uno más de sus secretos pactos contra los argentinos.

El llamado peronismo cambia de cara y de discurso, pero la rigidez mental es su esencia. Sea en una provincia, la nación o un partido político el esquema de apropiación y construcción del poder es el mismo, mentir, prometer paraísos, dividir, destruir, saquear o comprar lo que había.

De un Perón con pasta de caudillo a un Kirchner que es nadie; hay diferencias que exigen nuevas herramientas. Este necesita instalar uno o dos referentes opositores bien agarrado de las orejas; oficialismo, oposición blanda y dura todo con la misma rienda, para suplir su falta de envergadura.

Es una rápida síntesis de lo que se verá en el neo-peronismo. La denominación tiene sentido, se puede explicar la aparición del movimiento nacional justicialista y su arcaico discurso mezcla de fascismo, nacional socialismo y resentimiento social, en la época del 45, signada por profundos cambios culturales, sociales y económicos, en el país y en el mundo y la llegada de miles de inmigrantes escapados de la guerra, con la mochila a cuestas de miserias ajenas. Los descamisados trabajadores y aventureros políticos de aquellos días hoy todos son señores empresarios exitosos y hasta piqueteros “fashion” Los antiguos matones hoy tienen familia y son padrinos En verdad hacerse peronista o sobarles el lomo ha sido una garantía de éxito seguro.

Tan vacía y contradictoria a sido la cacareada “doctrina” que hoy instalado la marca, se puede ser peronista y liberal, demócrata, republicano, revolucionario, subversivo, bolivariano o sanmartiniano, nacionalista o de una internacional verde o rosada. Vivir en los suburbios de La Plata, Puerto Madero, Libertador o Palermo Chico, estudiar en Harvard o la Soborna. Hay pocos requisitos obligatorios: tener prontuario, ser trepador, analfabeto intelectual y sin vergüenza. Sólo así se explica que parezcan multiplicarse como hongos. Un colectivo para todos, porque va a cualquier parte.

¿Gorila? No, solo un poco peludo; respeto a los que huérfanos de representación; creyeron en una ilusión o esperanza, no puedo respetar a falsos, ventajeros y canallas. Ni a los que se venden por un plato de lentejas. Vengan de la izquierda, la derecha o la misteriosa tercera posición.

En tanto miles de ingenuos independientes, no pueden tragar el sapo, todas las sabandijas salen de sus agujeros para festejar el nuevo partido.

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