THAT IS THE QUESTION
Todos los analistas nos hablan de un peronismo oficial y varios peronismos opositores o disidentes como gustan llamarse, el miedo no es zonzo. Incluso los que le dan letra, los encuestadores, les ponen un número en el amperímetro a cada uno, según quien paga la encuesta.
La experiencia enseña que cuando se habla mucho de algo es porque ya no existe. Esa humana costumbre de refugiarnos en el pasado; Mamá, papá, la seguridad, la tranquilidad que otros decidan. Llámele democracia, república, derechos, peronismo o sexo.
Estamos en el 2009, hoy tienen entre treinta y cincuenta años los nacidos entre 1959 y 1979 que comenzaron con suerte a pensar por su cuenta en el 79 y el 99. Como se ve con una simple cuenta se desnudan muchos mitómanos y los que hablan por boca de ganso. A nivel de seguidores del Gauchito Gil o la Difunta Correa.
Que haya gente para la pavada es inevitable, pero que pretendan pasar por serios, analistas y engolados dirigentes es demasiado.
Educar al soberano pontifican todos ¿Cuándo empezamos? Por ejemplo llamando a las cosas por su nombre: no hay siete peronismos, no hay ninguno, solo son siete capitanejos bandoleros reclutando indios para su malón personal
En honor a la verdad, este sayo de NO SER y querer parecer les cabe a muchos pero la risa va por barrios, ya llegara a todos. Afortunadamente no es preciso buscarlos, se muestran solos.
Narváez, Reutemann, Juez, Solá, Scioli, Moyano, Puerta, Rodríguez Saa, D’Elía, Cafiero, Kirchner, Menem, Isabelita, el banquero judeo marxista Heller o el impresentable fariseo cristiano Caselli. ¿Qué tienen en común?
No me refiero al partido que solo es un sello de goma, al folklore de bombos, marchas y consignas; ni a un estilo político que si existe y es mayoritario, el de los depredadores trepadores y parásitos que desde el 45 hemos rebautizado como peronistas.
Me refiero a personas que simpaticen o adhieran a una idea política.
Me refiero a personas que simpaticen o adhieran a una idea política.
Todos los analistas nos hablan de un peronismo oficial y varios peronismos opositores o disidentes como gustan llamarse, el miedo no es zonzo. Incluso los que le dan letra, los encuestadores, les ponen un número en el amperímetro a cada uno, según quien paga la encuesta.
La experiencia enseña que cuando se habla mucho de algo es porque ya no existe. Esa humana costumbre de refugiarnos en el pasado; Mamá, papá, la seguridad, la tranquilidad que otros decidan. Llámele democracia, república, derechos, peronismo o sexo.
Estamos en el 2009, hoy tienen entre treinta y cincuenta años los nacidos entre 1959 y 1979 que comenzaron con suerte a pensar por su cuenta en el 79 y el 99. Como se ve con una simple cuenta se desnudan muchos mitómanos y los que hablan por boca de ganso. A nivel de seguidores del Gauchito Gil o la Difunta Correa.
Que haya gente para la pavada es inevitable, pero que pretendan pasar por serios, analistas y engolados dirigentes es demasiado.
Educar al soberano pontifican todos ¿Cuándo empezamos? Por ejemplo llamando a las cosas por su nombre: no hay siete peronismos, no hay ninguno, solo son siete capitanejos bandoleros reclutando indios para su malón personal
En honor a la verdad, este sayo de NO SER y querer parecer les cabe a muchos pero la risa va por barrios, ya llegara a todos. Afortunadamente no es preciso buscarlos, se muestran solos.
Narváez, Reutemann, Juez, Solá, Scioli, Moyano, Puerta, Rodríguez Saa, D’Elía, Cafiero, Kirchner, Menem, Isabelita, el banquero judeo marxista Heller o el impresentable fariseo cristiano Caselli. ¿Qué tienen en común?
Todos el proclamarse auténticos justicialistas; la mayoría una fotocopia del típico prontuario peronista: saqueos, enriquecimiento ilícito, reincidentes seriales y solo una página en blanco, donde se asientan las condenas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario