En esta opción no nos sirve recurrir a la etimología, el idioma coloquial ha superado la pureza de la lengua y la mejor disposición de la RAE.
Tengo para mi, y así lo utilizo que al adversario lo encuentro de la puerta de mi casa para fuera, dispuesto a llevarme la contraria en lo que hago, lo que quiero y digo; creemos y pensamos distinto; el enemigo cruza la puerta, entra por la ventana y se mete en mi casa para cambiarme todo, invasor agresor para sintetizar.
Con el adversario pueden cambiarse impresiones y opiniones y cada uno quedarse con las suyas, con el enemigo siempre es a todo o nada, se mata o se muere.
La distinción no es menor, terminada la confrontación al adversario se le da la mano o incluso un vaso de agua, al enemigo se lo reduce y elimina su capacidad de agresión, jamás se deja uno que respire, libre a la espalda.
En síntesis, uno piensa y hace distinto, el otro tiene la manifiesta voluntad de causar daño, imponiendo su voluntad a como de lugar.
El problema se crea cuando intervienen los tolerantes pacificadores haciendo que los invasores se paseen libremente como por su casa y las cosas pasan del punto de no retorno.
Ya lo vivimos y treinta años después ¡una generación! seguimos pagando las consecuencias, gracias al General del Gran Acuerdo Nacional y los padres de la democracia que especulaban.
Entendámoslo, una cosa es pensar y decir y otra es exhibirlo, promocionarlo e imponerlo cuando entra en conflicto con el sentir de todos.
Entiendo que es una muy oportuna reflexión en estos días, para no equivocarse y causar peores males que los que hay.
Tener por adversario o respetable distinto al enemigo es letal.
En lo ideológico, en lo social, ético y moral, la base está establecida, a quien no le guste hay otras tierras, con gente de otros colores y otras lenguas, pueden irse cuando quieran; no parece que este sea un paraíso en el que todos pelean por quedarse; de lo contrario habrá guerra justa en legítima defensa.
Lo importante es que cada uno vaya buscando su lugar, nadie sobra, se necesitan manos para escribir, vendar una herida, tocar el tambor, hacer un par de huevos fritos, disparar un mortero; cabezas para pensar, ojos para ver y oídos para escuchar y sobre todo rectas conciencias, hay lugar para todos y necesidad que estén. Por muy limitados que estemos alguna habilidad nos queda intacta, con esa basta.
No quiero que llegue el día pero temo que hay muchos empeñados en hacerlo inevitable; al menos representarse que es posible, probable y casi seguro que llegue, cuando Dios disponga que es el tiempo. Hombre prevenido vale por dos
.
Quien anoche y esta mañana haya visto los telediarios con las vergonzosas e inmorales colas para dormir al sereno con lactantes y críos a quienes aspiraban a inscribirse en el subsidio “universal” que si lo fuera no necesita trámites ni inscripciones. Anunciado por Cadena Nacional por una amoral que cobra el sueldo de presidente sin saber como se iba a implementar y sin fondos para pagarlo. Quienes hoy deben llegar al trabajo y volver a sus casas, comprenden que me estoy quedando corto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario