No es la primera vez, el cuento de la buena pipa, de nunca acabar, hasta que el día menos pensado y donde nadie la espera salta la liebre.
Todo lo que se dijo se tiene por no dicho, lo que ocurrió como no pasado, es difícil, imposible diría vivir con tales reglas creyendo que no tendrá consecuencias.
Todos tranquilos porque el patrón dijo “pido” y paró el circo por un rato.
Lo que se tenía que aprobar se aprobó, como seguirá ocurriendo en el nuevo congreso, ¿Nuevo por qué? Es el mismo edificio con igual contenido.
Unos preparan las valijas para el weekend en Calafate y los aviones para llevar y traer visitantes, otros juegan a cambiar figuritas de jefes de bloque, presidentes de la cámara o tejer delirantes pactos y alianzas de fin de semana. No hay otra cuestión más importante, la nación catatónica quedará como la dejen hasta que ellos vuelvan.
¡Que fácil había sido esto de gobernar y controlar al gobierno!...pero no es 28 de diciembre para decirles la inocencia les valga, ni son inocentes ni esto es una broma.
Pasó el once de Noviembre el día de San Martín, patrono de BsAs del que nadie se acordó; esa fecha que hace temblar a los chanchos porque saben que a todos les llega; no importa, como siempre el mundo sigue rodando, llegará el treinta de noviembre: el día de San Andrés, en el que debes sacrificar tu res. Por las dudas que alguna se le haya escapado a Martín.
El ingenio hispano es inagotable nunca falta un roto para un descocido. Por eso que sabiendo que todo bicho que camina va a parar al asador mantenemos todo el año las brasas bien prendidas.
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