ES OTRO DIA Y OTRO TERRENO; SERA CON OTRAS ARMAS.
Que canten victoria, festejen o se quejen los que están dentro del circo, total siguen encerrados en el mismo manicomio.
Aparentemente todo sigue igual, ni peor ni mejor ya llegará el tiempo, nuestra línea de opinión no varía.
Cambiar a Kirchner por Scioli, a Ocaña por Manzur, que haya 100.000 infectados en vez de 1.500, que se quejen peronistas, gobernadores e intendentes, que Reutemann o Narváez parezcan estadistas, o darle cartas a Duhalde para que se siente a jugar, no cambia nada.
Conocimos un gobierno de peronistas magos, luego otro del peronismo liberal que desembocó en un peronismo auténtico; el Mafioso, extorsionador y camandulero de Duhalde que ahora reaparece de la mano del rabino Bergman, ¿Será el peronismo republicano del consenso?
En realidad le llaman cambios a los enroques, no tienen repuestos ni mulettos Carrió se fue al mazo, después de ensayar un desubicado triunfalismo, Macri silenciado por la gripe y la dificultad de reacomodarse con dos socios que entran en la interna peronista La loca sigue con sus delirios que pagamos todos, presumiendo de presidente, parece que hay que respetarla y asegurarle la gobernabilidad para que la profundice.
Esta vez muchos no votaron a las bestias oficiales, votaron a otras oficiosas. El privilegio de elegir ¿A quién vamos a culpar, al pueblo ignorante?
¡Oh república estéril de eunucos!
No es conveniente ni de buena estrategia anquilosarse en el discurso o el método. Conservar si los principios y la memoria; quizás no gastar pólvora en chimangos y disparar sin concesiones a los que les allanan el camino. Catapultas y arietes permanecerán en primera fila para martillar todos los días, la gota que horada la roca. El arma más antigua y eficaz. Abre las puertas o las cabezas.
Kirchner es solo uno de los nombres de la bestia, hay cientos a derecha e izquierda, al lado de ellos y al lado nuestro.
Reírse o pegarle a los K es la fácil, casi el negrito de los parques de diversiones al que había que acertarle un pelotazo en la cabeza.
Podría decirse que inclusive estimulan los ataques y se complacen en ello, uno exhibiendo todos sus despropósitos y su repugnante ordinariez e ignorancia la otra. Me propongo y propongo ajustar la mira a los verdaderos objetivos.
Es preferible quebrarles con certeza las patas a los caballos, puede ser más conveniente que errar el tiro a la cabeza de los jefes que se exhiben blindados por la impunidad y el estado de derecho.
Pegarle a los enanos, magos, trapecistas y payasos y después cuénteme como se las arregla el dueño del circo.
Apuntar donde hace daño y fuego a discreción.
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