"La oposición no explica de dónde saldría la plata que hoy entra por retenciones
Es el título de un reportaje que publica en La Nación Lucrecia Bullrich; es la cuestión, por la que en los dos últimos años todos escondieron la cabeza, disfrazaron de alícuotas o encubrieron con subsidios.
Retener un porcentaje del precio de venta del productor que ha pagado todos los impuestos es lisa y llanamente una confiscación o saqueo, impuestos sobre impuestos, independientemente de porcentajes; el presupuesto nacional no se nutre de botines ni confiscaciones.
No existe la atribución del estado de fijar utilidades a los privados. Una cosa muy distinta es estimular actividades o desalentar otras, de acuerdo a un plan de gobierno, mediante la herramienta impositiva.
O se toma el toro por las astas de frente o mira para otro lado, se da vuelta y los cuernos lo empalan.
Nuestro país se hizo grande casi de la nada sin subsidios ni retenciones, En el 43 estábamos abarrotados de oro, producto de administraciones responsables, había seguridad, orden público, justicia, salud Pública, educación y las fuerzas armadas estaban equipadas para garantizar la defensa nacional. Lógicamente todo se pagaba porque todos tenían trabajo y posibilidades.
Lo que no existía era el derecho a trepar pisando cabezas ni hacer de la noche a la mañana lo que lleva al menos una generación. Se subía de a poco para darle tiempo al conocimiento, la cultura y los valores a acomodarse y acompañar el cambio; simple y sencillo lo de siempre, no fue una política de iluminados geniales, solo de hombres prudentes.
Éramos un país soberano e independiente, hasta que llegó el populismo demagógico a enseñar justicia social independencia económica, soberanía política y derechos para todos sin obligaciones; desde entonces perdimos la justicia, la independencia, la soberanía y hasta las ganas de vivir. ¿Qué mayor justicia social que haber posibilitado que cientos de miles de inmigrantes ascendieran sin limosnas, con su propio y libre esfuerzo?
Decir que veremos que dicen o hacen la UCR, la Coalición cívica, los socialistas o el Pro es una ingenuidad, hace años que lo vienen haciendo sin necesidad decirlo, pero ahora estarán en la vidriera.
El verdadero problema es que saben que si por una casualidad llegaran al gobierno, no podrían gobernar sin botines y saqueos, son ideológica y filosóficamente iguales que los que están.
Distinto frasco, distinta marca y el mismo demagógico y subversivo contenido. Porque son nada, el vacío absoluto necesitan y buscan el aplauso de las masas, una forma de parecer que existen, que son respetables y necesarios.
VER:Lucrecia Bullrich, La Nación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario