¡Escándalo, golpe de estado en Honduras!
Conocida la información tuve que rellenar mi agujero negro sobre Honduras. La prensa local e internacional me demostró que sin ruido ni quejas, murió la libertad de prensa, una visión monocorde y monocromática se repetía hasta el hartazgo, la experiencia dice que esta es una prueba concluyente de la mentira.
Recurrí por teléfono, a los amigos y conocidos, estaban todos en ayunas como yo, pero hubo un dato común: No se que pasó, pero si Obama, Chávez, Castro, Ortega, Evo y la OEA están en contra no hay que pensar mucho para saber al menos quien no tiene razón.
No me alcanzaba, finalmente llegó al salvataje la caballería, en formato de mail de un buen amigo. Partiendo de una historia real fue más sencillo comenzar a despejar la niebla.
Compartamos el resultado:
Ni el expulsado ni su reemplazante son para poner la mano en el fuego, ambos del mismo partido liberal, en el que parecen convivir conservadores extremos y macacos chavistas.
La OEA con su sirviente, el bolivariano Insulza a la cabeza se hace cruces, pero ni mosquea ante la amenaza de Chávez de reponerlo a Zeleya por la fuerza de las armas, curiosidades de los demócratas sociales.
La Kirchner mira en la bola de cristal su futuro y va curase en salud, asegurándose que la cohorte de los milagros venga a por ella, si aquí pasara lo que debiera pasar.
Finalmente algo me sigue haciendo ruido, cuando recuerdo la gigantesca y unánime operación de prensa o el discurso fotocopiado de los grandes pavos del mundo. Me parece todo muy traído de los pelos: la intentona de Zelaya, su destitución, el anunciado y postergado retorno y en forma muy particular enviarlo al exilio con graves cargos judiciales pendientes.
Quizás fue la forma de sacarse de las manos una papa caliente o quizás no; demasiado armadita y aceitada la resistencia política a Zelaya. Demasiadas coincidencias entre todos los poderes del estado y organizaciones civiles. Demasiados demasiado sin tan siquiera olor a petardo.
Cuando uno se ha quemado muchas veces con leche, ve una vaca y llora. Huele a ensayo general de una obra a estrenarse en un teatro más importante. No sería la primera vez.
EL "IMPEACHMENT" HONDUREÑO
Publicado por CIUDADANO X BOLIVIA
¿Habrían aceptado los Estados Unidos que eventuales simpatizantes de Richard Nixon en gobiernos de terceros países hubieran amenazado con invadir el territorio norteamericano si el presidente impugnado no era reintegrado en el cargo?
Por: Emilio Martínez*
Quienes se apresuraron a calificar los recientes sucesos de Honduras como un golpe de Estado quizás deberían rememorar el caso del ex presidente de Estados Unidos, Richard Nixon, separado de su cargo tras un proceso en el Congreso de ese país a raíz del famoso escándalo de Watergate.
Para los que no conocen o no recuerdan el caso, diremos sucintamente que el 17 de junio de 1972 un grupo de cinco hombres fue detenido tras ingresar clandestinamente en las oficinas del Comité Nacional del Partido Demócrata para robar documentos, pinchar teléfonos e instalar escuchas electrónicas.
La investigación posterior demostró que los “fontaneros”, como se los llamó, eran parte de un equipo de espionaje político vinculado al presidente Nixon, quien buscaba obtener información estratégica de sus adversarios en plena campaña electoral.
La revelación impulsó un proceso en contra del presidente en el Congreso norteamericano, denominado “impeachment”, término que puede ser traducido como impedimento, impugnación o juicio político, aunque su significado literal sea más bien el de “bochorno”.
Se trata de una figura del derecho anglosajón que tiene sus orígenes en el siglo XIV, cuando el parlamento inglés lanzó acusaciones contra el rey por derrochar dineros públicos, avergonzándolo o causándole un “bochorno”.
Una vez que el jefe de Estado ha sido objeto de un impeachment tiene que hacer frente a la posibilidad de ser condenado por una votación del órgano legislativo, lo cual ocasiona su destitución e inhabilitación.
En el caso norteamericano, fueron sometidos a este procedimiento los presidentes Andrew Johnson (1868), el citado Richard Nixon y Bill Clinton (1998-99), este último por el sonado escándalo de la cariñosa becaria Mónica Lewinski. Johnson y Clinton lograron ser sobreseídos, pero no así Nixon, quien optó por dimitir al cargo en agosto de 1974 ante la inminencia de su destitución por parte del Congreso.
Volviendo a Honduras, el impeachment contra el ex presidente José Manuel Zelaya había comenzado la semana pasada, luego de que éste desatara una crisis institucional al incurrir en reiteradas violaciones de la Constitución , las leyes y sentencias judiciales, según lo definiera el Congreso de esa nación centroamericana.
La deriva de Zelaya hacia el autoritarismo se inició en el 2008, a medida que fue estrechando relaciones con Hugo Chávez y comenzó a poner en práctica el método de golpe gradual que el gobernante caribeño ha exportado a varias repúblicas de América Latina, sistema que incluye la persecución a la prensa y un proceso constituyente ilegal como vía para perpetuarse en el poder.
El detonante de la crisis fue, precisamente, la intención de Zelaya de realizar una consulta el pasado domingo 28 de junio, que le permitiría instalar una Asamblea Constituyente, disolver el Parlamento y habilitar su reelección presidencial.
Aunque el Tribunal Supremo Electoral dictaminó que esa consulta era inconstitucional, el depuesto presidente instruyó a las Fuerzas Armadas la distribución de 15.000 urnas para la votación, orden que fue resistida por el Alto Mando militar por tratarse de una instructiva que contravenía la sentencia mencionada.
En respuesta, José Manuel Zelaya destituyó el pasado miércoles al jefe del Estado Mayor Conjunto, general Romeo Vásquez. La Corte Suprema de Justicia ordenó restituir a Vásquez en sus funciones y mandó el embargo de las ánforas en los cuarteles, pero el prochavista Zelaya invadió con sus simpatizantes una base militar y retiró las urnas para utilizarlas en la consulta.
Como resultado de estos hechos, una comisión multipartidaria nombrada por el Congreso para investigar al presidente concluyó que éste violó las leyes. Además, pidió al Parlamento que declarara a Zelaya incompetente y le iniciara un proceso legal.
Cabe destacar entre las bases jurídicas de la impugnación que el artículo 239 de la Constitución de Honduras señala que “El ciudadano que haya desempeñado la titularidad del Poder Ejecutivo no podrá ser Presidente o Designado. El que quebrante esta disposición o proponga su reforma, así como aquellos que lo apoyen directa o indirectamente, cesarán de inmediato en el desempeño de sus respectivos cargos y quedarán inhabilitados por diez años para el ejercicio de toda función pública”.
De todo lo anterior, se desprende como conclusión que el Parlamento de Honduras actuó para evitar un golpe de Zelaya contra la institucionalidad democrática, votando su destitución por unanimidad y posesionando como nuevo mandatario al presidente del Congreso, Roberto Micheletti, a quien correspondía asumir el cargo por sucesión constitucional. La decisión contó con el respaldo de la Corte Suprema de Justicia y del Comisionado Nacional de Derechos Humanos (Ombudsman). Es decir, que el Congreso procedió al impeachment, al “bochorno” de Zelaya.
Hay que agregar que toda esta tensa situación se desarrolló en medio de la presencia de militares venezolanos y nicaragüenses en suelo hondureño, autorizada por el presidente a espaldas del Parlamento, lo que implica que las Fuerzas Armadas de Honduras también habrían actuado en resguardo de la soberanía nacional.
Como era de esperar, el contragolpe dado por las instituciones democráticas al autoritario Zelaya motivó la movilización histérica de Chávez y sus aliados del “socialismo del siglo XXI”, quienes montaron una reunión de emergencia de su versión regional del Pacto de Varsovia ( la Alternativa Bolivariana para las Américas, ALBA), procurando arropar al discípulo depuesto y amenazando con invadir Honduras para reponerlo en el poder.
De la reunión, que contó con la presencia del dictador cubano Raúl Castro y del ex dictador sandinista Daniel Ortega, salieron sendos pronunciamientos a favor de lo que estas “autoridades morales” definen como democracia hondureña, a la que identifican con Zelaya, y de condena a las acciones del Congreso de ese país, que califican como “golpe de Estado”.
Otro de los que reaccionaron rápidamente ante la alarma dada por el gobernante venezolano fue el secretario general de la OEA , José Miguel Insulza, quien, para recuerdo de las memorias frágiles, le debe su cargo a las gestiones diplomáticas de Hugo Chávez.
Lo lamentable del caso es que, detrás de los movimientos de estos previsibles alfiles del chavismo, también se haya producido la incomprensión de gobiernos de Europa y de la administración de Barack Obama, quizás por un manejo deficiente de la información o por un reflejo condicionado que confundió la situación actual con coyunturas muy distintas de épocas pasadas.
De regreso a nuestra comparación inicial, una pregunta queda flotando en el viento: ¿habrían aceptado los Estados Unidos que eventuales simpatizantes de Richard Nixon en gobiernos de terceros países hubieran amenazado con invadir el territorio norteamericano si el presidente impugnado no era reintegrado en el cargo?
* Escritor y periodista
Otra información vía Mail
Testimonio de un hermano Marista que reside en Honduras. Este puede hacernos reflexionar sobre cómo nos dan las noticias, según conveniencia.
Queridos familiares y amigos:
Escribo estas líneas con una manifiesta indignación por las informaciones
que están circulando por Europa, por España sobre la situación que está
viviendo Honduras. Siento que se está mandando una información tendenciosa
y espero llamar a la Embajada de España dentro de unos minutos para
preguntarles cómo es posible que ellos permitan una tan falsa información
en España!!!! La Embajada tiene que saber todavía mejor que nosotros lo
que está pasando y ¿entonces? ¿Cómo podemos ser tan papanatas!!! Aquí no
ha habido un golpe de estado. Aquí ha habido un Presidente que nos llevaba
acelerada e inexorablemente a ser un nuevo país que entraba en el área
"chavista" y por tanto, marxista y dictatorial a ejemplo de su mentor Hugo
Chávez. Mel Zelaya, nuestro ex-Presidente quería, antes de terminar su
mandato, cambiar la Constitución para poder perpetuarse él en el poder,
como han venido haciendo exactamente Chávez, Evo, Correa, Ortega ....
Infringió las leyes que le dio la gana para poder llevar esto a efecto a
través de una llamada "encuesta" que debía realizarse ayer y que camuflaba
sus manifiestas intenciones. El Congreso le dijo que no era legal. Todas
las altas instancias judiciales le dijeron que no era legal, su propio
Partido le dijo que no era legal (¿se dice en Europa que su partido
político rompió con él?), pero siguió despreciando a todos y
constituyéndose en norma suprema a ejemplo de su padre espiritual Hugo
Chávez. Todas las instancias del país estaban en su contra: el Comisionado
para los Derechos Humanos, el Congreso, toda la Judicatura, la Fiscalía,
todas las iglesias católicas y protestantes, el partido y los mismos
alcaldes de su partido político y al final, hasta el ejército. A pesar de
recibir la prohibición expresa, por inconstitucional, de realizar esa mal
llamada encuesta, prohibición emanada de los más altos tribunales de
justicia, él siguió adelante porque se tenía que perpetuar fuese como
fuese en el poder y además no decepcionar las ansias expansionistas de
Chávez. Dio orden al General Jefe de las FF.AA.. para que distribuyese las
urnas, pero éste había recibido orden de los jueces de no hacerlo por la
razón de siempre: ilegalidad manifiesta. El general se negó con documento
al apoyo y aquí empezó a explotar la situación porque nuestro sujeto
Presidente veía que se le escapaba la ocasión ya que termina su mandato
dentro de seis meses. En un abuso más de poder destituyó al general por
desobediencia, cosa que repudió el pleno del Congreso y las más altas
instancias judiciales demostraron la nulidad de esa destitución. El
Congreso le invitó a que rectificase y el señor Mel dio una imagen
esperpéntica, junto con un reducido grupo de seguidores yendo a recuperar
las urnas para distribuirlas en coches particulares .... Ni había mesas
constituidas, ni había listas de votantes ... El Congreso a la unanimidad
menos 4 votos (los dos grandes partidos se unieron para no aceptar la
dictadura que se nos venía encima) aprobaron su destitución por
desobediencia a la Constitución y los jueces dieron orden a las FF.AA.
para que le arrestasen y le sacasen del país. Las FF. AA. se ejecutaron.
¿Es esto un golpe militar? En ningún momento el ejército ha tomado el
poder ni ha pegado un solo tiro. Siguiendo la Constitución el Congreso
nombró al nuevo Presidente ad ínterin por seis meses y siguen los tres
poderes institucionales en pleno funcionamiento: el Legislativo, el
Ejecutivo y el Judicial. ¿Es esto un golpe de estado? Y ¿cómo los
gobiernos democráticos de Europa pueden ser tan papanatas y no ver el
régimen dictatorial de Chávez y su pandilla, que es al que íbamos nosotros
de cabeza? Y cómo no ven que el señor Mel Zelaya estaba terminando de
arruinar al país, sembrando el odio y .... sin haber presentado hasta la
fecha los presupuestos del Estado para el año 2009 porque así malgastaba a
su antojo el poco dinero que tiene el país? ¿Se puede ser tan ciegos? ¡No
hay peor ciego que el que no quiere ver. Pero ¿por qué? Y ya el eminente
Hugo Chávez ha amenazado con invadirnos con su ejército para derrocar al
nuevo Gobierno. ¿Y esa amenaza pública por la T.V. pasa desapercibida?
¿Quién le da el poder y el derecho de amenazar con una guerra a un país
con el que EN PRINCIPIO él no tiene nada que ver? ¿O empieza a ver las
orejas al lobo y que este "mal ejemplo de Honduras" pueda cundir y se le
hundan sus ansias imperialistas? ¿Y eso no lo ve ni la UE, ni los EE.UU.
ni España en particular? ¿Tanto les ciega el petróleo? ¿Dónde queda la
defensa de los derechos humanos? Termino porque tengo otras cosas que
hacer, pero por favor, si podéis difundir esta versión hacedlo. Yo voy a
llamar ahora mismo a la Embajada de España par decirles mi indignación. Un
fuerte abrazo
Antonio Rieu
Apreciado Hermano Antonio: Hecho, solo puedo decirle V.J.M.J. Quien sea ex-alumno Marista conoce el Viva Jesús, María y José.
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