mayo 21, 2009

LA SOLUCION FACIL



A última hora cuando releía el artículo que iba a publicar por la mañana, entró un mail que me disparó un alerta, referido al articulo anterior (Esta vez nadie gana) de un querido amigo cuyas opiniones respeto. Si uno lo pensó hay muchos que sienten lo mismo.

No pongas en duda TODO, porque a estos H. de P. hay que sacarlos.................

Si la oposición no puede............., los militares tampoco..........................., votando tampoco.......................NOS QUEDAN LOS BOMBEROS O EL SUICIDIO..............ME NIEGO A CONTINUAR COMO ESTAMOS, ELEGIRÉ EL SUICIDIO.

un abrazo


Pues tienes algo de razón Carlos, pero confundes el objetivo que no es únicamente sacar a los que están, sino cerrarles la puerta a todos los que piensan y hacen lo mismo. Ley de defensa de la democracia la llaman ellos mismos y parece el desideratum del progresismo; pues Ley de defensa de la Nación habrá que llamarla, algo mucho más trascendente que una simple forma de gobierno. ¿Verdad?

Si piensas en cambiar a Calígula por Nerón o a Menem por Kirchner, de la Rua, Dualde y Cia. Lamento decirte en claro criollo que te suicidaras al pedo.

Quizás nos tienten las soluciones “Express” la fácil, una pastilla para cada problema; no es nueva la costumbre las pastillas se llamaban daga, puñal, setas venenosas etc.

Es cierto que a falta de voto, militares y bomberos solo queda una opción el magnicidio, impensable en este caso no hay ningún grande y la historia enseña que sus resultados siempre fueron nefastos.
Un minicidio sería igualmente un error, como dispararle un cañonazo a una cucaracha; una desproporción de medios que solo revelaría nuestra incapacidad para pisarla.

No entro en consideraciones éticas o morales, ya se sabe que es legítima la defensa, tu vida o la mía. Su único límite es la proporción entre la agresión y la respuesta; frente a quienes carecen de ellos ¿Por qué habría de tenerlos?

Caigo en la cuenta que en este punto estamos como al principio de la única alternativa que me planteas: ¡Me suicido! Error amigo, no se huye hacia delante, hacerlo sería esconder la cabeza como el avestruz; desaparezco para no ver lo que viene. Con una mano en el corazón ¿somos tan inocentes, como para no merecernos algo mucho peor?

Si existe el problema existe una solución, de lo contrario sería un misterio que excede nuestra capacidad. Lo verdaderamente importante hasta encontrarla es no sumar nuevos problemas. Tiempo al tiempo, “no hay mal que dure cien años, ni tiento que no corte” Si nos tocó bailar con la más fea, apechugarla, seguramente habrá recompensa.

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1 comentario:

Marcelo Jaroslavsky dijo...

Somos unos cuantos que no creemos en el suicidio como solución. Nos parece que es una forma de pasarles el problema a los demás.
Tampoco creemos en la resiganación.
Sí creemos en los principios y valores de la libertad reconocidos en nuestra Constitución de 1853.
Por eso hoy presentamos los documentos exigidos por la Justicia Electoral para darle personería política al Partido Liberal en el distrito Capital Federal.
Invitamos a todos los que compartan nuestro amor por la libertad a unírsenos. Tenemos una virtud que tal vez para algunos sea un defecto. Somos todos tipos comunes y no tenemos entre nosotros a ninguno de los personajones que participaron en la destrucción de la República y gestaron la decadencia nacional.
Marcelo Jaroslavsky
mjaroslavsky@arnet.com.ar