Esta página solo hace análisis, reflexión u opinión sobre lo que ocurre y es público y notorio; no es periodismo en el sentido lato de la palabra, primero porque no lo soy y segundo porque carece de fuentes propias, no sintoniza radio pasillo, ni es habitué de los mentideros conocidos.
Hace unas semanas comentaba la posibilidad de las campañas sucias; no era necesario tener el dato o una “filtración confidencial,” es un clásico infaltable de los periodos preelectorales bajo la batuta peronista, al igual que bombas y atentados.
Vale la aclaración porque es hora de distinguir unas campañas sucias de otras. Las hay para sepultar a un candidato; estas nunca se hacen con tanta anticipación, salvo que existan hechos irrefutables que permitan mantenerlas en el tiempo. Hay otras tan sucias como aquellas, que buscan instalar al denunciado como el opositor temible, al que el gobierno teme y quiere destruir.
Un método perverso de eliminar sin nombrarlos a otros candidatos no manejables y asegurar el triunfo de un títere, encolumnando a la oposición tras el, el conocido “voto inteligente”
Hace ya un tiempo Néstor Kirchner disparó desde el atril contra Narváez, que está “instalando su imagen” hace más de dos años, no siendo campaña no debe dar cuenta como financia el gasto; más que político una anguila el hombre.
En aquella oportunidad afirmó que sabía muy bien quien era y punto; mensaje recibido. Si no sabe el, que puntos calza su antiguo amigo ¿quien puede saberlo? Una operación similar a las desencadenadas contra TN y el multimedios oficial. En su tiempo Carrió era el demonio, hasta que consintió que le robaran la segunda vuelta en el 2007 y se dedicó a empiojar todo acuerdo opositor.
Si le expreso mi seria sospecha, ya casi convicción que esto está todo amañado con el consentimiento de los partícipes, usted posiblemente sentencie; son teorías conspirativas y no precisa otro argumento. Si dos no quieren entenderse dejemos de razonar.
Por eso le dejo picando una reflexión: Si el gobierno sabe que pierde y no hace nada coherente por evitarlo, por el contrario “quema el cajón” y suma un error a otro, pareciera que busca la derrota.
Si ese fuera el precio de asociar a la oposición al colapso que viene ¿Quien preferiría Kirchner que le gane en la provincia? Macri, Sola, Narváez; tres a los que tiene bien agarrados o la Alianza de la CC y los radicales, de la que controla a veces solo una pata y media?
Ninguno de ellos es santo de mi devoción puedo opinar a calzón quitado.
¿Por qué si no puede ganar buscar la derrota?
Porque el resultado no cambia nada y es conveniente asociar a los opositores al desmadre que viene; que se llamará sinceramiento de la economía por la perdida de confianza que provocó el resultado, golpe de mercado etc.
Acá esta todo lleno de mugre, esperemos que un viento se lleve la basura, después veremos que queda.
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