Se trata de citas y hechos reales poco conocidos, limones muy ácidos para exprimir hasta la última gota, doy fe que algo bueno queda.
De una carta del senador y ex cónsul Publio Rutilio Rufo al 1º cónsul Cayo Mario al mando de las legiones de Roma en la Galia cisalpina conteniendo la migración-invasión de los germanos(año 101 A.C) comentándole las noticias de Roma.
....Supongo que estas leyes son de justicia ¿Pero a dónde nos conducen? Dan al estado demasiado poder y no digamos dinero. ¡Fomentan los demagogos y burócratas! Hay algo terrible en esto de de meterse en política para enriquecerse. Es condenable, pero es normal; es humano; hasta perdonable y comprensible.
A los que hay que vigilar es a los que llegan para cambiar el mundo. Esos son el verdadero mal; los del poder por el poder, los altruistas e idealistas, los que dicen no querer nada para ellos, solo organizar a todos según su modelo. para después meterlos a palos dentro.
Aquellos, están tan sucios que no pueden resistir el menor proceso, al menos tenemos las leyes contra ellos. Estos que presumen de vírgenes vestales, haciendo incomparablemente más daño, resultan intocables.¡Son honestos y sancionan leyes que todos festejan, sin medir sus consecuencias! ¿Qué defensa tenemos frente a ellos?
No te apures en regresar querido amigo, disfruta de tus Campos Elíseos matando germanos, esto es el reino de las sombras.
Aristóteles les planteaba a sus discípulos: Alejandro y los príncipes macedonios la siguiente cuestión ¿Puede el mismo hombre cruzar dos veces el mismo río? Su alegato ante las respuestas y razonamientos que escuchaba era: no. El hombre que vuelve a cruzar nunca es el mismo que lo hizo antes y el río que cruzó, ya pasó, tampoco es el mismo.
Viendo hoy este caso de ayer, lo pondríamos en apuros a Aristóteles, se podría alegar que ha corrido mucha agua y han pasado muchos hombres, pero el río sigue siendo el mismo y los hombres que parecen tan distintos también.
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