Se debe respetar a los muertos, también a los vivos y por sobre todas las cosas a los menores inocentes que escuchan y no entienden violando el sagrado e inalienable derecho de los padres a formar a sus hijos. Penetración ideológica por radio y TV y “jornadas ideológicas de reflexión, sobre el día de la Memoria y el Padre de la democracia” en todas las escuelas. Vuelven “la Razón de mi vida y Evita me ama”
Si los mayores quieren drogarse con basura allá ellos, pero con los chicos no.
Aceptar en silencio el show montado por la muerte de un ex-presidente es una ofensa gratuita a la inteligencia y memoria de los argentinos, consumada por los fantasmas del pasado que se cuelgan de cualquier cosa con tal de parecer vivos.
El “templo de su democracia” estuvo abarrotado de fariseos, lágrimas de cocodrilo y cambistas. RAZA DE VÍBORAS.
Quienes lo vivimos no olvidamos la destrucción que causó en la red social la hiperinflación, que no fue un golpe de mercado como se pretende sino producto de su pertinaz incapacidad; la “honradez” de los pollos podridos de Mazzorin, el clientelismo de las cajas PAN; un respetuoso demócrata con fuerzas de choque: la Coordinadora y Franja Morada, predecesoras de la Camporita, Pérsico, Moyano o D’Elía, de los Kirchner. Los derechos humanos para los delincuentes.
No pretende ser un juicio a quien no puede defenderse, un derecho que no respetó sacando a los acusados de sus jueces naturales y de los códigos que regían sus conductas.
Es un grito de indignación ante tanta desvergüenza y mentira.
Su lema: DEMOCRACIA PARA SIEMPRE ¿Es, o solo parece muy totalitario? “El para siempre” supera con creces el Socialismo s.XXI o el milenio soñado por el III Reich; los métodos y personajes son iguales, unos prefirieron la fuerza de las bestias, otros utilizan los caminos retorcidos del diálogo y el consenso y la fuerza de una ley que ellos solos sancionan e imponen; ambos hacen culto de la mentira y la deformación de la historia.
Hemos visto delirar a los grandes pavos de la política argentina y sudamericana, con la presencia masiva del pueblo en las calles y babearse con la resurrección de los partidos y los políticos.
Queriendo ignorar que solo era una barra de café comparada con las multitudes que convocó la marcha contra la inseguridad de Blumberg, las plazas de Mayo de los generales Lonardi o Videla .
La última masiva convocatoria política espontánea de la que tengo memoria fue en plaza Constitución, el cierre de campaña del Dr. Balbín en 1952.
Ha corrido mucha agua y basura bajo el puente; es difícil recordarla toda, por eso cedo el lugar a quien por su profesión esta mejor informado y hace una excelente síntesis de esta historia hemipléjica.
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