Unos y otros, los que utilizan la violencia como herramienta política, terrorismo; mediante la tolerancia y la impunidad y los que se trepan sobre muertos ajenos para promocionarse.
Nuestro cielo está saturado de sangre que volverá a la tierra. En Catamarca ya llovió la de María Soledad, no es una figura literaria, y ahogó definitivamente a sus asesinos. Ocurrirá lo mismo en todas partes, hay una justicia que tarda porque es eterna, esta fuera del tiempo, pero siempre llega.
Finalmente el brote de inseguridad y violencia gratuita tuvo respuesta oficial: mentir y desinformar con generosa cobertura a saturación del multimedio Clarín.
Bandas de policías y delincuentes comunes son los responsables de los casos. El ancestral chivo expiatorio.
Lo resuelven en horas, en tanto sigue sin encontrarse a los responsables del asesinato del ingeniero en San Isidro, del triple crimen mafioso, de los de Unicenter, San Fernando y cientos más que se escapan de la memoria. Se ha puesto de moda la caza del policía, un pequeño incidente, alguien llama al 111, llega un patrullero y a fusilarlos. Tres o cuatro episodios similares en una semana no son casualidad.
Que hay jueces cómplices, fiscales delincuentes juveniles que no aprobaron el jardín de infantes, abogados defensores que viven de los delincuentes y policías corruptos no se discute; si unos siguen en funciones es responsabilidad exclusiva de quienes los nombraron y los que conceden la impunidad de seguir en sus cargos. Si otros integran la fuerza el responsable es su jefe. En ambos casos la presidente y su ministro de Seguridad y Justicia..CRISTINA Y ANIBAL FERNANDEZ. Por eso no puede resolverse la inseguridad.
Los gusanos están en las cabezas, para garantizar el funcionamiento de la inseguridad como herramienta política
Lo que ocurre aquí, que no se mata para robar sino después de haberlo hecho; el odio y maldad de psicópatas irrecuperables. No pasa en Río de Janeiro ni en San Pablo, leyendo sus planes nuestros hipócritas vernáculos creen que las favelas son un modelo de inclusión y equidad social.
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