Se reactiva el conflicto con el Uruguay a partir de la “decisión de los ambientalistas” de volver al corte de rutas y puentes internacionales.
Decisión que no aparece muy clara, ni en el motivo de una decisión intempestiva, ni en la metodología de la resolución. Existe una “Asamblea de vecinos” y dentro de ella un grupete de vecinos, títeres a control remoto, que se mueven desde despachos oficiales. La ex asesora jurídica de la asamblea ambientalista, hoy ocupa la Secretaría de Medio Ambiente en el Poder Ejecutivo Nacional, y fue candidateada desvergonzadamente, al premio Nóbel de la Paz ¿devolución de gentilezas de Greenpace?
Quienes dicen gobernar o al menos cobran por ocupar un cargo, proclaman que no avalan ni alientan los “cortes”, por lo tanto asunto terminado, el gobierno argentino es ajeno al problema.
Que nos tomen por infradotados, esta dentro de las reglas del juego, que lo hagan con la opinión y la comunidad internacional, excede lo tolerable. ¿Acaso puede un gobierno que presume de legítimo, avalar o alentar la comisión de delitos?
Sencillamente es más de lo mismo, se inicia un incendio para ocultar los desaguisados de los últimos días, conflictos con todos los sectores, pérdida del monopolio de la palabra, hoy como estaba previsto ya nadie se calla. Testigos desaparecidos para justificar una nueva campaña de agresión, brigadas de asalto a cara descubierta etc.
La realidad precipita sin pausa una avalancha de mentiras que ya no se sostienen.
Las imágenes golpearon brutalmente a todos los sectores, desnudando la intervención e impunidad de los grupos de choque de la tiranía en el Hospital Francés, cuyo conflicto dirigen los mismos grupos Trotzkistas que actuaron impunemente en el Hospital Garraham. Es casi el sello de la tiranía, dirige a los oficialistas y a los opositores.
Un pequeño anticipo de lo que vendrá. Ni la cobertura de “barras bravas” sirve.
El Senador y ex presidente del Uruguay Don José María Sanguinetti, sin discursos, en pocas palabras puso blanco sobre negro: “Los Uruguayos no tenemos nada que decir, es un problema de los Argentinos”. Si señor senador, la responsabilidad por hacer cumplir las leyes argentinas en su propio territorio y las normas de derecho internacional son responsabilidad exclusiva e indelegable de los estados. Es más, quien no puede o no quiere garantizar el orden interno y los compromisos internacionales, no existe, no hay estado ni gobierno, y esto no tiene vuelta.
Internacionalmente se reconoce a un estado o a su gobierno a partir que acredita asegurar el orden interno y las normas básicas de los compromisos internacionales.
Los cortes de rutas y puentes internacionales o “piquetes” es un vulgar eufemismo para no decir Bloqueo, que es lo que realmente es, cuando se impide el libre tránsito de personas y mercaderías, afectando inclusive los intereses de otros países ajenos al entredicho (Paraguay, Chile y Brasil). Sin contar la afrenta que se hace a todos los argentinos y al buen nombre de la Nación.
Nadie se asombre si esto es grave, lo que vendrá si no pueden desactivar a los entrerrianos para tapar la metida de pata será mucho peor.
Hay un límite, desorbitados en su soberbia ni se darán cuenta que lo transponen, los que dirigen se harán pedazos y los que acompañan, como vulgarmente se dice “quedarán colgados del pincel”.
No es posible seguir mintiendo y desentendiéndose de los problemas que crean para tapar otros, hasta la propia tropa desconfía y tiene miedo.
Quiera Dios que en su caída arrastren a las figuritas de fantasía que hoy trabajan de opositores, para que cuando llegue la hora, broten los verdaderos dirigentes, capaces de reconstruir esta tierra arrasada.
Decisión que no aparece muy clara, ni en el motivo de una decisión intempestiva, ni en la metodología de la resolución. Existe una “Asamblea de vecinos” y dentro de ella un grupete de vecinos, títeres a control remoto, que se mueven desde despachos oficiales. La ex asesora jurídica de la asamblea ambientalista, hoy ocupa la Secretaría de Medio Ambiente en el Poder Ejecutivo Nacional, y fue candidateada desvergonzadamente, al premio Nóbel de la Paz ¿devolución de gentilezas de Greenpace?
Quienes dicen gobernar o al menos cobran por ocupar un cargo, proclaman que no avalan ni alientan los “cortes”, por lo tanto asunto terminado, el gobierno argentino es ajeno al problema.
Que nos tomen por infradotados, esta dentro de las reglas del juego, que lo hagan con la opinión y la comunidad internacional, excede lo tolerable. ¿Acaso puede un gobierno que presume de legítimo, avalar o alentar la comisión de delitos?
Sencillamente es más de lo mismo, se inicia un incendio para ocultar los desaguisados de los últimos días, conflictos con todos los sectores, pérdida del monopolio de la palabra, hoy como estaba previsto ya nadie se calla. Testigos desaparecidos para justificar una nueva campaña de agresión, brigadas de asalto a cara descubierta etc.
La realidad precipita sin pausa una avalancha de mentiras que ya no se sostienen.
Las imágenes golpearon brutalmente a todos los sectores, desnudando la intervención e impunidad de los grupos de choque de la tiranía en el Hospital Francés, cuyo conflicto dirigen los mismos grupos Trotzkistas que actuaron impunemente en el Hospital Garraham. Es casi el sello de la tiranía, dirige a los oficialistas y a los opositores.
Un pequeño anticipo de lo que vendrá. Ni la cobertura de “barras bravas” sirve.
El Senador y ex presidente del Uruguay Don José María Sanguinetti, sin discursos, en pocas palabras puso blanco sobre negro: “Los Uruguayos no tenemos nada que decir, es un problema de los Argentinos”. Si señor senador, la responsabilidad por hacer cumplir las leyes argentinas en su propio territorio y las normas de derecho internacional son responsabilidad exclusiva e indelegable de los estados. Es más, quien no puede o no quiere garantizar el orden interno y los compromisos internacionales, no existe, no hay estado ni gobierno, y esto no tiene vuelta.
Internacionalmente se reconoce a un estado o a su gobierno a partir que acredita asegurar el orden interno y las normas básicas de los compromisos internacionales.
Los cortes de rutas y puentes internacionales o “piquetes” es un vulgar eufemismo para no decir Bloqueo, que es lo que realmente es, cuando se impide el libre tránsito de personas y mercaderías, afectando inclusive los intereses de otros países ajenos al entredicho (Paraguay, Chile y Brasil). Sin contar la afrenta que se hace a todos los argentinos y al buen nombre de la Nación.
Nadie se asombre si esto es grave, lo que vendrá si no pueden desactivar a los entrerrianos para tapar la metida de pata será mucho peor.
Hay un límite, desorbitados en su soberbia ni se darán cuenta que lo transponen, los que dirigen se harán pedazos y los que acompañan, como vulgarmente se dice “quedarán colgados del pincel”.
No es posible seguir mintiendo y desentendiéndose de los problemas que crean para tapar otros, hasta la propia tropa desconfía y tiene miedo.
Quiera Dios que en su caída arrastren a las figuritas de fantasía que hoy trabajan de opositores, para que cuando llegue la hora, broten los verdaderos dirigentes, capaces de reconstruir esta tierra arrasada.
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