La RAE reconoce dos acepciones para el término: 1) Dominación por el miedo y 2) Sucesión de actos de violencia. En un sentido práctico ambas son complementarias, esto es: dominación por el miedo, provocado por una sucesión de actos de violencia.
Pareciera que hemos entrado en el período que tanta mentira ha hecho efecto y paralizado (efecto terror) los mecanismos de la sana lógica y la razón.
Se conmocionó el mundo por “un supuesto” atentado que llevó a la detención de numerosos “sospechosos” de tener la “supuesta” intención de volar aviones de línea con explosivos líquidos imposibles de detectar por los sistemas de seguridad, transportados en equipajes de mano exclusivamente.
La amplia información proporcionada sobre estos materiales líquidos, su forma de transporte y detonación no se compadece con la falta absoluta de pruebas; ningún sospechoso tenía detonadores ni explosivos, no obstante una semana después del anuncio, New Scotland Yard, incauta en el domicilio (allanado el primer día) de los detenidos videos comprometedores. A la vista de la celeridad y eficiencia del servicio inglés, se extraña la “Old Scotland Yard”.
Las empresas aéreas entablan una demanda por las pérdidas sufridas por el circo montado; Ver:" quejas de las líneas aéreas por los controles".
Para mayor tranquilidad y seguridad de los viajeros, se procederá a detener a todos aquellos que por su actitud o gestos resulten sospechosos de supuesta militancia terrorista a criterio del personal de seguridad rápidamente capacitado para no incurrir en aquella torpeza que le costó la vida en Londres al Brasileño Meneses.
Dejo de lado los posibles objetivos políticos de esta operación para volver al título, esto es terrorismo en su más pura acepción, hay violencia (informativa), inseguridad y miedo, falta únicamente precisar cual es el dominio mental que se busca (Ver: "Mensajes contradictorios").
Estas imprecisiones informativas no se cometen por torpeza, impericia o ignorancia, la duda subyace y la duda tiene un efecto expansivo en el terror buscado. Instalada la paranoia, sigue sola cual bola de nieve; toda valija, bolso o paquete desencadena una alarma mundial, el efecto está a la vista: Alemania, Italia, Argentina etc. No se juega con fuego, un buen día, cebados en estas operaciones va a ocurrir que los controladores de vuelo van a entrar en cortocircuito y se va hacer un nudo de aviones, en el aire o en tierra.
Contra esto no hay remedio, se lo tome en serio o en broma, se terminaron los equipajes de mano, ya se sabe que los explosivos se llevan en la valija y a la bodega, el frasco de costoso perfume francés en el bolsillo es indetectable.
Si usted persiste en la angustia y el temor es porque ya le jabonaron el cerebro; no se apure, se lo están lavando, quedará limpio de esas malas ideas de orden, respeto y libertad que tiene.
A olvidarse de los derechos individuales y el respeto por la dignidad de las personas, está todo subordinado a la seguridad comunitaria. Es culpa exclusiva de ese “maldito e impío fundamentalismo islámico”.
Hasta quizás llegará un día que será preferible pedirle a un terrorista malo que nos ponga un plomo en medio de los ojos y a otra cosa.
Este camino, si coincide con la idea, es el mismo que el de la inseguridad cotidiana; llámese secuestros, asaltos, piquetes, avasallamiento de la propiedad privada, tomas de centros de compras y hospitales por motivos gremiales etc. La inseguridad tendrá como respuesta la perdida de los derechos individuales y la libertad.
Por eso existe, se la tolera e incentiva, es el camino a la democracia totalitaria.
Pareciera que hemos entrado en el período que tanta mentira ha hecho efecto y paralizado (efecto terror) los mecanismos de la sana lógica y la razón.
Se conmocionó el mundo por “un supuesto” atentado que llevó a la detención de numerosos “sospechosos” de tener la “supuesta” intención de volar aviones de línea con explosivos líquidos imposibles de detectar por los sistemas de seguridad, transportados en equipajes de mano exclusivamente.
La amplia información proporcionada sobre estos materiales líquidos, su forma de transporte y detonación no se compadece con la falta absoluta de pruebas; ningún sospechoso tenía detonadores ni explosivos, no obstante una semana después del anuncio, New Scotland Yard, incauta en el domicilio (allanado el primer día) de los detenidos videos comprometedores. A la vista de la celeridad y eficiencia del servicio inglés, se extraña la “Old Scotland Yard”.
Las empresas aéreas entablan una demanda por las pérdidas sufridas por el circo montado; Ver:" quejas de las líneas aéreas por los controles".
Para mayor tranquilidad y seguridad de los viajeros, se procederá a detener a todos aquellos que por su actitud o gestos resulten sospechosos de supuesta militancia terrorista a criterio del personal de seguridad rápidamente capacitado para no incurrir en aquella torpeza que le costó la vida en Londres al Brasileño Meneses.
Dejo de lado los posibles objetivos políticos de esta operación para volver al título, esto es terrorismo en su más pura acepción, hay violencia (informativa), inseguridad y miedo, falta únicamente precisar cual es el dominio mental que se busca (Ver: "Mensajes contradictorios").
Estas imprecisiones informativas no se cometen por torpeza, impericia o ignorancia, la duda subyace y la duda tiene un efecto expansivo en el terror buscado.
Contra esto no hay remedio, se lo tome en serio o en broma, se terminaron los equipajes de mano, ya se sabe que los explosivos se llevan en la valija y a la bodega, el frasco de costoso perfume francés en el bolsillo es indetectable.
Si usted persiste en la angustia y el temor es porque ya le jabonaron el cerebro; no se apure, se lo están lavando, quedará limpio de esas malas ideas de orden, respeto y libertad que tiene.
A olvidarse de los derechos individuales y el respeto por la dignidad de las personas, está todo subordinado a la seguridad comunitaria. Es culpa exclusiva de ese “maldito e impío fundamentalismo islámico”.
Hasta quizás llegará un día que será preferible pedirle a un terrorista malo que nos ponga un plomo en medio de los ojos y a otra cosa.
Este camino, si coincide con la idea, es el mismo que el de la inseguridad cotidiana; llámese secuestros, asaltos, piquetes, avasallamiento de la propiedad privada, tomas de centros de compras y hospitales por motivos gremiales etc. La inseguridad tendrá como respuesta la perdida de los derechos individuales y la libertad.
Por eso existe, se la tolera e incentiva, es el camino a la democracia totalitaria.
1 comentario:
Sencillamente cociso concreto y de una fran lucidez, Felicitaciones
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