Intelectuales atados a un ideal que desapareció carcomido por sus errores de origen, enarbolan la Constitución y la República como banderas contra la revolución que pretende subvertir todo.
Esta visto y comprobado que las constituciones hoy son descartables, si nos atenemos a las provinciales, sin lugar a dudas debieran ser derogadas por “inconstitucionales”.
La cantidad de leyes declaradas inconstitucionales en los últimos tiempos, ponen a la vista una gravísima falla en las instituciones normadas por esa Constitución, o esta no sirve para los tiempos que corren o la organización del legislativo está plagada de errores en su constitución, representatividad o composición humana.
¿Que valor tiene un compendio de normas sancionado por semianalfabetos en ejercicio de la obediencia debida a especuladores políticos que pactan “quid pro quo” las normas a sancionar? Nos rige una constitución hija de un pacto personal entre el “restaurador de la democracia y el padre de la corrupción”.
Como si no bastase para avergonzarnos se prepara otra para el “nuevo país”.
Hoy en Argentina la provincia de Misiones es la nueva vedette mediática sobre la cuestión. El “diario serio”, La Nación y dos de sus columnistas y analistas políticos, alborozadamente saludan los brotes de renacimiento republicano que representa la oposición mediática al intento de sancionar una reelección indefinida.
En Misiones, cuya corrupción política está entre las primeras del país, la cuestión es irrelevante. Si la oposición es seria y representativa del electorado, la reelección es imposible diga lo que diga la constitución. Si el mandamás hizo lo mismo en Santa Cruz ante el sepulcral silencio de todos, y lo repitieron sus mercenarios en otras provincias ¿a que tanto ruido?
La aparición de un “frente por la dignidad”, sospechoso guiso de partiditos que no nunca representaron a nadie, agrupaciones estudiantiles a la izquierda de la zurda extrema, sindicatos, organizaciones indigenistas y las infaltables ONG en vías de sustituir a los partidos políticos, organizaciones de pastoral social, monjas desconocidas con fuerte tufo al tercermundismo de la Teología de la liberación, eufemismo por el que se designan los que adhieren a la penetración revolucionaria en la Iglesia, explícitamente condenado por Su Santidad, que exponen innecesariamente a la Iglesia a una aventura de pésimo final atento a los “compañeros de ruta” elegidos. Todo ello junto a lo más granado y corrupto del justicialismo de Misiones, con “Pai Umbanda” incluido, que ya es mucho decir, conforman un plato tremendamente peligroso para Misiones y el país, únicamente potable para los “desinformadores”.
Los medios resaltan como meritorio antecedente del obispo en cuestión, devenido en defensor de la República el haber sufrido persecución por el régimen de Stroessner en Paraguay, casi equivalente a los antecedentes de un Bonasso.
Misiones existe y vive sola al margen del país, económica y políticamente carece de significación. Estratégicamente por su ubicación geográfica es en estos momentos de la realidad geopolítica sudamericana la más importante de las provincias argentinas, este dato quizás explique tanto interés y tanto ruido.
Pareciera que acá se juega algo mucho más importante que la reelección indefinida de un individuo. Téngase presente que no se trata de aprobar o rechazar una reelección indefinida, sino de elegir convencionales que una vez elegidos y acreditados decidirán si o no a la reforma.
El primer día rechazan la modificación, levantan la sesión y se disuelven. Adiós a las dietas, viáticos, secretarias, asesores, cámaras de TV, reportajes, titulares y los bien merecidos cinco minutos de fama. Queda gente que cree en los Reyes Magos.
Hay otras reformas que hacer. Claramente lo expuso la monja Helguera públicamente el domingo por televisión. Los “borocotó” no son patrimonio exclusivo de los porteños.
Detrás de ese párrafo que dicen querer reformar, viene la manada de fieras carniceras, arreadas por los “nuevos republicanos”. Dicen que cuando el río suena agua trae. Por si estas reflexiones no alcanzan, repárese en el prudente silencio de las cabezas históricas del radicalismo y el peronismo de Misiones.
Si se trata de decir no, se juntan y aplastan al enano K, no hace falta discutir una coma.
Misiones es una cuña con vértice en la tristemente célebre triple frontera que le quita el sueño al Comando Sur del Ejército de los EEUU. Territorio liberado a todas las mafias del mundo: Rusa, China, Coreana, células dormidas, los nuevos bandeirantes de la narcoguerrilla Paulista y sus socios de las FARC y Sendero Luminoso, objetivo dorado de la milicia asimétrica chavista y su desmadrado socio Boliviano.
Esto es así. A quien no le llame la atención tanto humo y ruido en el cráter del volcán, que Dios se apiade de el.
Como esta tierra colorada vio la luz de la Verdad y la civilización de la mano de la Compañía de Jesús, no esta demás parafrasear a uno de sus beneméritos miembros, el RP Leonardo Castellani SJ:
"Con vos o sin vos, con todos o contra todos, continuaré en la búsqueda de la verdad y en intentar salvar a mi Patria, aunque intuya que ello no podré conseguirlo, por lo menos así intentaré salvar mi alma".
Esta visto y comprobado que las constituciones hoy son descartables, si nos atenemos a las provinciales, sin lugar a dudas debieran ser derogadas por “inconstitucionales”.
La cantidad de leyes declaradas inconstitucionales en los últimos tiempos, ponen a la vista una gravísima falla en las instituciones normadas por esa Constitución, o esta no sirve para los tiempos que corren o la organización del legislativo está plagada de errores en su constitución, representatividad o composición humana.
¿Que valor tiene un compendio de normas sancionado por semianalfabetos en ejercicio de la obediencia debida a especuladores políticos que pactan “quid pro quo” las normas a sancionar? Nos rige una constitución hija de un pacto personal entre el “restaurador de la democracia y el padre de la corrupción”.
Como si no bastase para avergonzarnos se prepara otra para el “nuevo país”.
Hoy en Argentina la provincia de Misiones es la nueva vedette mediática sobre la cuestión. El “diario serio”, La Nación y dos de sus columnistas y analistas políticos, alborozadamente saludan los brotes de renacimiento republicano que representa la oposición mediática al intento de sancionar una reelección indefinida.
En Misiones, cuya corrupción política está entre las primeras del país, la cuestión es irrelevante. Si la oposición es seria y representativa del electorado, la reelección es imposible diga lo que diga la constitución. Si el mandamás hizo lo mismo en Santa Cruz ante el sepulcral silencio de todos, y lo repitieron sus mercenarios en otras provincias ¿a que tanto ruido?
La aparición de un “frente por la dignidad”, sospechoso guiso de partiditos que no nunca representaron a nadie, agrupaciones estudiantiles a la izquierda de la zurda extrema, sindicatos, organizaciones indigenistas y las infaltables ONG en vías de sustituir a los partidos políticos, organizaciones de pastoral social, monjas desconocidas con fuerte tufo al tercermundismo de la Teología de la liberación, eufemismo por el que se designan los que adhieren a la penetración revolucionaria en la Iglesia, explícitamente condenado por Su Santidad, que exponen innecesariamente a la Iglesia a una aventura de pésimo final atento a los “compañeros de ruta” elegidos. Todo ello junto a lo más granado y corrupto del justicialismo de Misiones, con “Pai Umbanda” incluido, que ya es mucho decir, conforman un plato tremendamente peligroso para Misiones y el país, únicamente potable para los “desinformadores”.
Los medios resaltan como meritorio antecedente del obispo en cuestión, devenido en defensor de la República el haber sufrido persecución por el régimen de Stroessner en Paraguay, casi equivalente a los antecedentes de un Bonasso.
Misiones existe y vive sola al margen del país, económica y políticamente carece de significación. Estratégicamente por su ubicación geográfica es en estos momentos de la realidad geopolítica sudamericana la más importante de las provincias argentinas, este dato quizás explique tanto interés y tanto ruido.
Pareciera que acá se juega algo mucho más importante que la reelección indefinida de un individuo. Téngase presente que no se trata de aprobar o rechazar una reelección indefinida, sino de elegir convencionales que una vez elegidos y acreditados decidirán si o no a la reforma.
El primer día rechazan la modificación, levantan la sesión y se disuelven. Adiós a las dietas, viáticos, secretarias, asesores, cámaras de TV, reportajes, titulares y los bien merecidos cinco minutos de fama. Queda gente que cree en los Reyes Magos.
Hay otras reformas que hacer. Claramente lo expuso la monja Helguera públicamente el domingo por televisión. Los “borocotó” no son patrimonio exclusivo de los porteños.
Detrás de ese párrafo que dicen querer reformar, viene la manada de fieras carniceras, arreadas por los “nuevos republicanos”. Dicen que cuando el río suena agua trae. Por si estas reflexiones no alcanzan, repárese en el prudente silencio de las cabezas históricas del radicalismo y el peronismo de Misiones.
Si se trata de decir no, se juntan y aplastan al enano K, no hace falta discutir una coma.
Misiones es una cuña con vértice en la tristemente célebre triple frontera que le quita el sueño al Comando Sur del Ejército de los EEUU. Territorio liberado a todas las mafias del mundo: Rusa, China, Coreana, células dormidas, los nuevos bandeirantes de la narcoguerrilla Paulista y sus socios de las FARC y Sendero Luminoso, objetivo dorado de la milicia asimétrica chavista y su desmadrado socio Boliviano.
Esto es así. A quien no le llame la atención tanto humo y ruido en el cráter del volcán, que Dios se apiade de el.
Como esta tierra colorada vio la luz de la Verdad y la civilización de la mano de la Compañía de Jesús, no esta demás parafrasear a uno de sus beneméritos miembros, el RP Leonardo Castellani SJ:
"Con vos o sin vos, con todos o contra todos, continuaré en la búsqueda de la verdad y en intentar salvar a mi Patria, aunque intuya que ello no podré conseguirlo, por lo menos así intentaré salvar mi alma".
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