Cada vez con más frecuencia y mayor intensidad se instalan brusca y repentinamente mensajes contradictorios. Sus causas son imprecisas, complejas o francamente desconocidas; no interesan porque como vienen pasan, algunos sin dejar huella, otros con tremendos “daños colaterales” que según parece tampoco importan.
De tal magnitud es el hecho que más se parece a un huracán que hubiese desacomodado todo.
Todas las variantes políticas e ideológicas han entrado en conflicto con sus propios argumentos: el Socialismo Obrero, los populares y el propio gobierno de España. En Sudamérica solo mantiene su coherencia “antinorteamericana y pro-terrorista” el dictador Venezolano; los socialistas modernos y elegantes no dan pié con bola, y el tirano argentino no puede encontrar tierra firme para hacer equilibrio entre los mercenarios subversivos progresistas en los que se apoya, su socio provocador y financista del caribe, el progresismo de la tilinguería intelectual porteña y los agujeros de su desgobierno que ya no puede tapar.
Para no cansar bastan cinco referencias a estos hechos contradictorios: Al Qaeda, Irak, Irán, Corea del Norte e Israel.
Todos con el mismo mensaje: “El mundo a punto de un conflicto terminal”. Aparecieron, llevaron las tensiones, el miedo y la angustia al máximo y se desinflaron (ninguno se resuelve), dejaron como remanente la sensación que siguen estando aunque no se vean y en cualquier momento vuelven montados en una ola de sangre.
¿Esto responde a una acción concertada y deliberada en busca de determinados efectos o es puramente casual?
La respuesta a ésta sencilla pregunta define la actitud de cada uno frente a la realidad que nos toca transitar.
Personalmente no creo en las casualidades ni en que las cosas ocurren porque si; o son parte de la ecuación “ causas/ efectos”, y por tanto simples consecuencias, o responden a motivaciones que permanecen en las sombras.
Se trata de hechos diversos, en lugares distintos, no valen razones geopolíticas ni económicas. Corea no tiene petróleo, Al Qaeda carece de territorio, El Líbano es un enclave territorial trascendente pero carece de desarrollo nuclear, está demasiado a la vista de todos, carece de unidad política, religiosa, étnica o ideológica. No obstante todos estos episodios tienen puntos en común. Han sido acabadas expresiones del terrorismo ideológico, ese que paraliza de miedo sin destruir ni matar. Han provocado e instalado el miedo global, no solo mientras estuvieron vigentes en la información, sino que al no haberse resuelto ni concluido ninguno lo mantienen latente. Se podrá argüir que Al Qaeda e Irán responden al “fundamentalismo terrorista islámico”, pero eso no vale para Corea, Irak o Hezbollah, los dos últimos alineados con el la izquierda socialista que supo encabezar el Partido Baas de Siria y Saddam Hussein. La dupla USA-Israel, siempre en pareja o individualmente están en la base de cada uno de los episodios. China y Rusia son proveedores de todos y mueven sus piezas para que éstos conflictos sigan ocurriendo y nunca se resuelvan, en la misma línea que la ONU; agencia internacional de la impunidad, cuya actividad exclusiva parece ser legalizar o callar los atropellos de unos y criminalizar y condenar a todos los otros.
De todo lo cual personalmente concluyo que no es casual y atento a que los frutos son los mismos: terrorismo ideológico mundial, descrédito del “orden” internacional vigente y de las conducciones políticas de todos los bloques y potencias, Impunidad absoluta y patente de corso internacional para los EEUU y sus protegidos. Todo esto procede del mismo árbol, a todas luces un árbol muy enfermo para dar tan malos frutos.
Sugiero prestar atención a un detalle que justificara la sugerencia que finalmente hago.
Los EEUU de Norteamérica y sus aliados - asociados, han pasado de ser los campeones de la democracia y la libertad frente a la dictadura criminal nazi y la barbarie soviética, a ser los autores de todos los atropellos ocurridos en el mundo desde hace medio siglo, con el agravante que no es una imputación gratuita, es público y notorio, lo han confesado y proclamado con el mayor de los cinismos. Públicamente para la “opinión responsable”, quien enfrentaba a los EEUU se colocaba ideológicamente del lado del repulsivo régimen nazi, del comunismo, o el terrorismo fundamentalista.
Lo que estaba bien ahora esta mal, lo bueno se convirtió en malo y por carácter transitivo el mal parece ser el bien y punto final.
De tal magnitud es el hecho que más se parece a un huracán que hubiese desacomodado todo.
Todas las variantes políticas e ideológicas han entrado en conflicto con sus propios argumentos: el Socialismo Obrero, los populares y el propio gobierno de España. En Sudamérica solo mantiene su coherencia “antinorteamericana y pro-terrorista” el dictador Venezolano; los socialistas modernos y elegantes no dan pié con bola, y el tirano argentino no puede encontrar tierra firme para hacer equilibrio entre los mercenarios subversivos progresistas en los que se apoya, su socio provocador y financista del caribe, el progresismo de la tilinguería intelectual porteña y los agujeros de su desgobierno que ya no puede tapar.
Para no cansar bastan cinco referencias a estos hechos contradictorios: Al Qaeda, Irak, Irán, Corea del Norte e Israel.
Todos con el mismo mensaje: “El mundo a punto de un conflicto terminal”. Aparecieron, llevaron las tensiones, el miedo y la angustia al máximo y se desinflaron (ninguno se resuelve), dejaron como remanente la sensación que siguen estando aunque no se vean y en cualquier momento vuelven montados en una ola de sangre.
¿Esto responde a una acción concertada y deliberada en busca de determinados efectos o es puramente casual?
La respuesta a ésta sencilla pregunta define la actitud de cada uno frente a la realidad que nos toca transitar.
Personalmente no creo en las casualidades ni en que las cosas ocurren porque si; o son parte de la ecuación “ causas/ efectos”, y por tanto simples consecuencias, o responden a motivaciones que permanecen en las sombras.
Se trata de hechos diversos, en lugares distintos, no valen razones geopolíticas ni económicas. Corea no tiene petróleo, Al Qaeda carece de territorio, El Líbano es un enclave territorial trascendente pero carece de desarrollo nuclear, está demasiado a la vista de todos, carece de unidad política, religiosa, étnica o ideológica. No obstante todos estos episodios tienen puntos en común. Han sido acabadas expresiones del terrorismo ideológico, ese que paraliza de miedo sin destruir ni matar. Han provocado e instalado el miedo global, no solo mientras estuvieron vigentes en la información, sino que al no haberse resuelto ni concluido ninguno lo mantienen latente. Se podrá argüir que Al Qaeda e Irán responden al “fundamentalismo terrorista islámico”, pero eso no vale para Corea, Irak o Hezbollah, los dos últimos alineados con el la izquierda socialista que supo encabezar el Partido Baas de Siria y Saddam Hussein. La dupla USA-Israel, siempre en pareja o individualmente están en la base de cada uno de los episodios. China y Rusia son proveedores de todos y mueven sus piezas para que éstos conflictos sigan ocurriendo y nunca se resuelvan, en la misma línea que la ONU; agencia internacional de la impunidad, cuya actividad exclusiva parece ser legalizar o callar los atropellos de unos y criminalizar y condenar a todos los otros.
De todo lo cual personalmente concluyo que no es casual y atento a que los frutos son los mismos: terrorismo ideológico mundial, descrédito del “orden” internacional vigente y de las conducciones políticas de todos los bloques y potencias, Impunidad absoluta y patente de corso internacional para los EEUU y sus protegidos. Todo esto procede del mismo árbol, a todas luces un árbol muy enfermo para dar tan malos frutos.
Sugiero prestar atención a un detalle que justificara la sugerencia que finalmente hago.
Los EEUU de Norteamérica y sus aliados - asociados, han pasado de ser los campeones de la democracia y la libertad frente a la dictadura criminal nazi y la barbarie soviética, a ser los autores de todos los atropellos ocurridos en el mundo desde hace medio siglo, con el agravante que no es una imputación gratuita, es público y notorio, lo han confesado y proclamado con el mayor de los cinismos. Públicamente para la “opinión responsable”, quien enfrentaba a los EEUU se colocaba ideológicamente del lado del repulsivo régimen nazi, del comunismo, o el terrorismo fundamentalista.
Lo que estaba bien ahora esta mal, lo bueno se convirtió en malo y por carácter transitivo el mal parece ser el bien y punto final.
Deberes para el fin de semana:
Lectura sugerida: Actualice sus conocimientos sobre las experiencias de “reflejos condicionados de Pavlov” y su consecuencia práctica, las técnicas y resultados del llamado “lavado de cerebro”, ese que primero vacía de contenido la memoria, los sentidos, y los valores para rellenarla de nuevos contenidos que permiten que el sujeto crea, piense, sienta y razone en otro sentido sin necesidad de instructores que le apunten las respuestas.
Lectura sugerida: Actualice sus conocimientos sobre las experiencias de “reflejos condicionados de Pavlov” y su consecuencia práctica, las técnicas y resultados del llamado “lavado de cerebro”, ese que primero vacía de contenido la memoria, los sentidos, y los valores para rellenarla de nuevos contenidos que permiten que el sujeto crea, piense, sienta y razone en otro sentido sin necesidad de instructores que le apunten las respuestas.
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