España siguiendo la política de los últimos años, continúa tratando la cuestión de la inmigración ilegal “sub-sahariana” como un problema de titulares y no como un cuestión de estado o de gobierno. La característica es la técnica espasmódica.
Hoy se sube la cuestión a los titulares mañana se lo baja, siempre hay temas nunca resueltos para distraer: incendios, humedales, ETA, autonomías, tránsito, violencia de género etc.
El presidente de Canarias reclama al gobierno la formación de un gabinete de crisis, ingenuo; la crisis es de Canarias no del gobierno central.
Está fresca la tinta de los grandes titulares anunciando un fantástico plan para resolver el problema, gestiones diplomáticas, acción de las embajadas, planes de vacunas, de educación etc. y poniendo manos a la obra dejó “las islas de los canes” del otro lado del muro. Las islas son españolas, los problemas son Canarios.
Ya hay quienes con un pragmatismo muy afilado han encontrado la vuelta: Aumentar el número de concejales de sus ayuntamientos por la cantidad de inmigrantes que se han asentado en el término municipal.
Si se llamase a una licitación para asentar ilegales, autorizando que cada tantos que se registren se aumentará un concejal o el sueldo de los existentes por el mayor trabajo y la plantilla de empleados municipales etc. Sin lugar a dudas esa antigua y benemérita institución municipal, célula de las instituciones, podría dar adecuada respuesta a la inquietud de Canarias. Alcaldes, concejales y funcionarios no escatimaran esfuerzos para convertir el terruño en un modelo de integración que atrajese nuevos viajeros y pusiese el municipio en el camino de “Gran Ciudad”, barrios típicos subsaharianos y orientales de distintas etnias. Un verdadero “tour” por el mundo sin moverse del villorio. Miles de Euros y dólares, habilitaciones de bazares persas y tenderetes, artesanías y arte protohistóricos en el siglo XXI. Una diluvio de prosperidad y trabajo ¿No son las antiguas juderías paso obligado de millones de turistas?
Esta visto que van a llegar igual, a trabajar en lo suyo.
No valen muros ni alambradas, no sirve toda la flota Comunitaria para detenerlo, cuando exponen la vida para irse es porque están jugados, y frente a eso no valen patrulleras oceánicas, vallados o balas.
Pasó el tiempo de impedir que ocurra, ya está, a solucionarlo mirando en el vecindario lo que no se debe hacer: sociólogos, barrios de monobloques aislados, semilleros de delincuentes, académicos planes de integración, que en su enunciado son el paradigma de la discriminación. Esta visto y probado que no hay nada más disolvente para la sociedad que un socialista. "El presidente canario pide un gabinete de crisis ante la llegada masiva de inmigrantes".
España ha sido maestra en integrar y absorber naciones, a dejar de lado estúpidos progresismos científicos y a volver a mirar esa historia que se empeñan en borrar. "Pescadores de Senegal se manifiestan para pedir a los jóvenes que no emigren a España".
Hoy se sube la cuestión a los titulares mañana se lo baja, siempre hay temas nunca resueltos para distraer: incendios, humedales, ETA, autonomías, tránsito, violencia de género etc.
El presidente de Canarias reclama al gobierno la formación de un gabinete de crisis, ingenuo; la crisis es de Canarias no del gobierno central.
Está fresca la tinta de los grandes titulares anunciando un fantástico plan para resolver el problema, gestiones diplomáticas, acción de las embajadas, planes de vacunas, de educación etc. y poniendo manos a la obra dejó “las islas de los canes” del otro lado del muro. Las islas son españolas, los problemas son Canarios.
Ya hay quienes con un pragmatismo muy afilado han encontrado la vuelta: Aumentar el número de concejales de sus ayuntamientos por la cantidad de inmigrantes que se han asentado en el término municipal.
Si se llamase a una licitación para asentar ilegales, autorizando que cada tantos que se registren se aumentará un concejal o el sueldo de los existentes por el mayor trabajo y la plantilla de empleados municipales etc. Sin lugar a dudas esa antigua y benemérita institución municipal, célula de las instituciones, podría dar adecuada respuesta a la inquietud de Canarias. Alcaldes, concejales y funcionarios no escatimaran esfuerzos para convertir el terruño en un modelo de integración que atrajese nuevos viajeros y pusiese el municipio en el camino de “Gran Ciudad”, barrios típicos subsaharianos y orientales de distintas etnias. Un verdadero “tour” por el mundo sin moverse del villorio. Miles de Euros y dólares, habilitaciones de bazares persas y tenderetes, artesanías y arte protohistóricos en el siglo XXI. Una diluvio de prosperidad y trabajo ¿No son las antiguas juderías paso obligado de millones de turistas?
Esta visto que van a llegar igual, a trabajar en lo suyo.
No valen muros ni alambradas, no sirve toda la flota Comunitaria para detenerlo, cuando exponen la vida para irse es porque están jugados, y frente a eso no valen patrulleras oceánicas, vallados o balas.
Pasó el tiempo de impedir que ocurra, ya está, a solucionarlo mirando en el vecindario lo que no se debe hacer: sociólogos, barrios de monobloques aislados, semilleros de delincuentes, académicos planes de integración, que en su enunciado son el paradigma de la discriminación. Esta visto y probado que no hay nada más disolvente para la sociedad que un socialista. "El presidente canario pide un gabinete de crisis ante la llegada masiva de inmigrantes".
España ha sido maestra en integrar y absorber naciones, a dejar de lado estúpidos progresismos científicos y a volver a mirar esa historia que se empeñan en borrar. "Pescadores de Senegal se manifiestan para pedir a los jóvenes que no emigren a España".
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