Después de los hechos conocidos por el asesinato de una menor y tres días de viento norte, cuyas consecuencias sobre hombres y bestias todos conocen, humo y neblina en las rutas se autoriza y promociona un megarecital de un conjunto con un siniestro historial en sus presentaciones, que provocará el desplazamiento de cien mil personas, al pueblo de Junín.
1700 policias movilizados en toda la provincia, tantos como los que no encontraron a Candela en un pañuelo de 30 manzanas.
Es decir estaban todas las condiciones dadas para una carnicería en las rutas, de drogadictos y alcoholizados.
Pues bien no pasó nada; una demostración por el absurdo que cuando se quiere o se temen las consecuencias se puede. No hubo bengalas, cohetería y los mensajes de prevención saturaron la noche. Principio y final razonable de 22 a medianoche contra lo habitual que se extiende desde la madrugada hasta bien entrado el día.
Esta vez el miedo en todos los niveles pudo lo que los funcionarios nunca pueden.
Demostración palmaria que “Cromagnon” no fue un “desafortunado accidente” y los muertos de cada día no son exclusivamente obra de loquitos.
Lamentablemente cuando se apague “la candela” todo volverá a ser lo que era, porque los ineptos, negligentes y partícipes necesarios en la criminal asociación ilícita que está en el poder son los mismos.
¿Imprevisión, soberbia, negligencia o absoluta ineptitud para la función pública?
Hoy nadie rastrilla, no funcionan las cuadrículas ni los operativos cerrojos, pero la irresponsable ministro de seguridad que estaba desaparecida mete la pata hasta el cuadril reclamando cabezas para purgar a la policía bonaerense cuyos horrores son hijos de la conducción política de otros terroristas como ella.
Si alguien debe renunciar a su cargo y a presentarse a la reelección, para ir a la cárcel a pagar sus responsabilidades y explicar lo que siempre callo, son los que están en funciones en la nación y en la provincia en los tres poderes para que pueda volver un mínimo de paz seguridad.
Me refiero a los narcoprotectores, proxenetas y canallas de todos los colores.
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