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Llegara el día en que habiendo aprendido cuales son las piedras con las que siempre tropezamos los sueños se harán realidad.
Porque la verdad sea dicha, solo fue un sueño de la gente llana y la oficialidad joven de las FFAA, que crearon las condiciones para hacerla posible, con el drama de no poder encontrar un jefe prestigioso y con autoridad que se hiciese cargo y una vez triunfante llenaron calles y plazas para festejar la liberación.
De inmediato brotaron como hongos miles de fósiles del liberalismo decimonónico, nacionalistas folklóricos de guitarra y empanadas, progresistas y los infaltables conversos de la última hora mostrando que eran más papistas que el Papa para subirse al carro y adjudicarse el derecho a poner orden, pactando con sindicatos y políticos para resucitar a un peronismo que estaba muerto por los desmanes y prepotencia de su creador. Solo se mantenían a su lado los trepadores y vividores que habían construido un retazo de poder al amparo de su legislación fascista y corporativa; que ha permanecido intocable.
Todos se sirvieron de ella, militares y civiles de todos los colores, para afirmarse en el poder.
Se reemplazó la dictadura de un general delirante por la de la partidocracia política de una dirigencia extraña a la sociedad, de aquellos barros son estos lodos.
Nuestro homenaje a los que sin cálculos ni especulaciones dieron sus vidas y se expusieron a todos los riesgos, preparando y ejecutando un alzamiento por una Argentina digna y de pié olvidando banderías y ambiciones personales para levantar la única azul y blanca.
Enfrentar a unos y otros me llevó la única vida que tengo; bien invertida estará cuando los que vienen puedan hacer los sueños realidad, dejando de lado la soberbia totalitaria del pensamiento único o la imbecilidad del consenso en los valores fundamentales que no se negocian; la construcción de sociedades perfectas para siempre o la alianza con las ratas para hacer número, ganar elecciones y afirmarse en el poder.
Pruebas al canto hoy están los hijos y sucesores de aquellos saqueadores desbastando el país, la misma ralea de industriales flor de ceibo que no teniendo capacidad propia solo medran prendidos de la teta del estado, sin importarles si el estado es loba o yegua; no queman la bandera porque la reemplazaron, no queman iglesias porque utilizan todos los medios de comunicación para destruir la fe la moral y las costumbres, no necesitan mentir sobre la historia porque la cambiaron. No precisan incautarse de los medios de comunicación porque los compran con lo que nos roban o pactan con ellos.
Idénticas causas producen iguales efectos, quiera Dios darnos paciencia para asimilar la lección y remover las piedras antes de volver a tropezar con ellas.
En este aniversario solo pidamos piedad porque su justicia será implacable, lo que han hecho y hemos dejado hacer con esta tierra bendita no tiene perdón.
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