Por Leopoldo E. Silva Ortiz
16.9.08
Posadas, Argentina.
Posadas, Argentina.
Impresionado por el valor de su tribu y el desprecio al peligro y la muerte, Alejandro interroga a un jefe Celta acerca de a que le temían, éste le respondió al instante, "solo a que se caiga el cielo". Desde ese día los calificó de presuntuosos e irresponsables, pero jamás olvidó la respuesta.
Pues bien, no se nos caerá el cielo, solo caerán AIG y otros grandes dibujitos financieros, habrá cascotazos para todos, mañana o pasado. Los salvatajes no los hace gratis la cruz roja, habrá que pagarlos. En estas tierras, como de costumbre, los mercados descuentan y anticipan lo que de todas formas iba a pasar, no hay novedades.
El meollo de la cuestión no es financiero, político ni económico, sencillamente es una cuestión de filosofía de vida y falsos ídolos, el viejo becerro de oro para adorar e imitar.
Que a "Seguro" se lo llevaron preso, hace tiempo que lo sabemos.
El tendal será grande, comparado con las grandes guerras y bombas aquellas eran juego de niños.
No parece que sea cuestión de barajar y dar de nuevo, hay demasiados tahúres en la mesa. La crisis del 30 fue ayer, pasó pero se llevó puesto un mundo que se extinguía y en su penosa agonía parió este que tenemos, pienso que ocurrirá lo mismo.
Por eso y considerando el ritmo de los cambios, hoy seguro que es mejor que mañana, no es para fiesta, pero aprovechando que hay algo en la despensa ya está en curso una fantástica cazuela de mariscos, está invitado esta noche.
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