septiembre 03, 2008

NO ORDENA NI DISPONE, INSTRUYE


Decreto.
(Del Lat. decrētum).
1. m. Decisión de un gobernante o de una autoridad, o de un tribunal o juez, sobre la materia o negocio en que tengan competencia. RAE.


A primera vista pareciera otra expresión de la ignorancia del idioma o de los procedimientos. No se saluda ni mandan mensajes por decreto, estos son en esencia la herramienta ejecutiva del poder.

El procedimiento no es nuevo se lo utiliza para toda decisión que se aparta de la ley y puede generar responsabilidades.

Si el “instruido” lo hace y desconoce sus obligaciones legales o se desentiende de las consecuencias del acto, automáticamente se convierte en ÚNICO responsable, ni la obediencia debida podrá alegar, en cuanto no recibió ninguna orden.

Un proceder típico de los padrinos de la mafia, “_Carlo no puede ni quiere entender, me ha cansado, no tiene remedio” Los “instruidos” por el comentario, saben que tiene que parecer un accidente.

Reservas de libre disponibilidad dice, para no quedar pegada ni por accidente, queda tácito que si no las hay, algún perejil del Banco Central las encuentre o las dibuje.

No soy entendido en economía ni me simpatiza la materia pero se que cuando alguien que se asfixia paga con oxígeno es el último y desesperado acto para seguir pataleando otros cinco minutos.

Me llama poderosamente la atención que aún
aquellos que critican la medida, no se privan de aplaudirla. Se llenan la boca los medios repitiendo la satisfacción que ha provocado en el exterior la decisión. No conozco nadie a quien le pagan una deuda incobrable que llore y se lamente. Pagar es lo correcto, pero pagar para seguir pidiendo es otra cuestión.

2009, año de campaña electoral y vencimientos. El muerto de Aerolíneas, actualización de jubilaciones, subsidios a Troche y moche para que doña Rosa no se queje en la feria y vote en contra. El gobierno tocó fondo y sin generosos recursos no se sostiene, a mi entender esta claro como el agua.
No saben, no quieren, ni pueden, reducir el gasto desmadrado, hay que pedir prestado. Si hipotéticamente se caen, no le van a dejar generosamente a los sucesores ni medio cobre en la caja.

Ya se verá cuando llegue la ocasión, dicen que no hay que hacer la tortilla antes de romper los huevos. Mi duda es si a alguien le quedan en estas tierras dos enteros.

Miro con serias dudas estos mugrosos billetes que tengo en el bolsillo, dos pesos dice uno, diez y veinte los otros. ¿Que diferencia hay si dijesen nabos en lugar de pesos, serán como las genuinas reservas, papelitos de colores? Nada indica que alguien garantice el valor.



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