LEYES, GANANCIAS Y PODER

Como saldo de días de opiniones y discursos en los medios, la calle y ambas cámaras, queda el regusto amargo del bajísimo nivel intelectual de los expositores cuando no su evidente mala entraña o el grado de penetración de consignas y sofismas.

Leyes inconstitucionales, distribución de riqueza y los límites del poder fueron las vedettes de todos los despropósitos, justifica por tanto dedicarles un párrafo sobre todo cuando ya está a la vista que los conductores de este conflicto “siguen apuntando el chorro fuera del tarro”

Es prudente recordar que solo se avanzó un paso, detenerse sin consolidarlo es exponerse a volver antes de un suspiro más atrás del principio. La Resolución 125 sigue en pié, con toda la carga negativa del 11 de Marzo, están vigentes todos los poderes delegados por el Congreso, manejo discrecional del presupuesto etc. El aparato de sometimiento sigue intacto como las tramposas leyes electorales.

No parecen estar muy atareados políticos y legisladores para no dedicarse a limpiar la casa, o seguirán pensando que el campo tiene que arreglar lo que ellos desordenan y como tantas veces le tiraron el paquete a los militares Son demasiados los que no han entendido el mensaje, Es un problema nacional que requiere que cada sector se haga cargo de su ala, Productores a lo suyo, juristas y legisladores a desmontar el aparato totalitario, los argentinos a lavarse la cabeza de consignas colectivistas.

Una ley puede violar la constitución en situaciones radicalmente diversas, en cuestiones menores, casi formales o en los principios. En ambos casos, puede ser objeto de disputas jurídicas teóricas, que en la práctica solo tienen fuerza como sentencia judicial firme en las primeras instancias o ante a la Suprema Corte de Justicia.

Poner el acento públicamente y como última razón en la inconstitucionalidad de una ley o resolución, como fundamento de la continuación de una protesta, sin que medie sentencia judicial firme, es ni más ni menos que meter la cabeza en la boca del león. No resulta coherente invocar la constitución por un lado y desconocerla por el otro.

Confío que a esta altura de las cosas nadie tenga dudas que el gobierno no va a ceder ni puede hacerlo, en su pretensión de manejar a su arbitrio “la caja” que es el tubo de oxígeno que lo mantiene vivo y no tolerar la posibilidad que se ponga en entredicho su manejo discrecional y caprichoso del poder. Lo que simplifica la cuestión: ellos o nosotros mal que les pese a grises y dialoguistas.

Estoy de acuerdo que no se discute un proyecto de producción a todo o nada, pero tal planteo no pasa de un sofisma, en este caso el todo o nada se refiere a principios inalienables ignorados o vulnerados en el proyecto. Poner los puntos sobre las íes, es una sana costumbre., como la de llamar a las cosas por su nombre.

Suponer que quien pretendió asegurarse hasta el último minuto por compra, chantaje o extorsión la mayoría en ambas Cámaras del poder Legislativo, que nominalmente ya tenía, no pueda asegurarse cuatro votos en la Sala de Acuerdos de la Corte, es ingresar en el territorio de la idiotez.

¿Y si la Corte dice: es constitucional, por esto aquello o lo otro o creemos tener magistrados infalibles? Nos bajamos del caballo y a otra cosa, aunque el país se hunda.................................... ....

La legítima resistencia y la desobediencia civil, que no son golpe de estado, nunca fueron ley ni falta que hace, son derechos naturales anteriores al estado y el derecho positivo, por lo que no hay autoridad que pueda abolirlas o reglamentarlas. No vale argumentar si se trata de un gobierno legítimo, democrático o autocrático. El derecho natural precede a toda forma de estado o de gobierno. Si lo que se pretende es recrear al mundo y al hombre, pues decirlo con todas las letras y hacerse cargo.

¿Acaso este juego inmoral al estado de derecho no es desarmar voluntades y convicciones? Me pregunto, para apartarme de argumentos que rozan las creencias.

Tengo por cierto que quien desarma y neutraliza a quienes defienden a su patria, frente al saqueo de un invasor que viene a cambiar el país, es un infame traidor, sin vueltas, acá y en todas partes.

“Colaboracionistas” los llamaron en Francia y los persiguieron con más saña que a los enemigos de guerra.
¿Que se festeja acaso el 4, el 14 de Julio o el 25 de Mayo, en los EE.UU., Francia y Argentina?
Padres de la Patria llaman todos los pueblos a los que resistieron y acabaron con la opresión con los métodos que tuvieron a la mano, sin necesidad que algún tribunal o asamblea dictaminara que existían opresores.

¿Se espera que los delincuentes se denuncien y acusen a si mismos?
Realmente asusta el grado de lavado de cerebro que padecemos o la hipocresía de esta sociedad cainita.

Los están invitando a una reforma constitucional para solucionar estas”enojosas” cuestiones, que sin duda propondrán cuando se aseguren de controlar a todos, bien pringada de federalismo, más distribución, inclusión. más derechos, menos pobres por ley y un poco de indigenismo que siempre da prestigio.

El último escalón en la institucionalización, para la consolidación y permanencia de los saqueadores, a la que todos concurrirán alborozados creyéndose los humanistas salvadores de La República.

Legalidad vs. Legitimidad es el quid de la lucha que ya esta presente y aparecerá en toda su monstruosa perversión.

La prostitución del lenguaje, el vaciado de cerebros e ideas de su contenido para rellenarlo de mentiras, es la condición previa al saqueo ideológico que sucederá al económico.
Es el verdadero objetivo de esta guerra silenciosa, no me cansaré de decirlo. Una guerra de invasión y conquista. Es más barato y sustentable, como gustan decir, controlar las mentes que destruir cuerpos e instalaciones.

Todos somos testigos con la irresponsabilidad y ligereza que desde todos los sectores dan por sentado o al menos se acepta la bondad del principio de distribuir la riqueza, omitiendo que la única riqueza sujeta a distribución es la que recauda el estado a través de impuestos que gravan las ganancias liquidas de la actividad, y gravar no es expoliar o el supuesto derecho del estado para decidir quien gana mucho e incautar esas “ganancias extraordinarias” para distribuir a su arbitrio.

Distribuir ingresos brutos de particulares es confiscar la propiedad privada y los derechos individuales, más allá de los porcentajes de la quita. Eso no es atribución ni materia opinable del ejecutivo, del legislativo ni del judicial, son derechos inalienables de las personas, anteriores a la sociedad y el estado. Es insanablemente nulo lo que puedan dictaminar en contrario las leyes y la Constitución.

Se hará muy difícil dar en el blanco, apuntando a otro lado.
Es el poder que se discute, proclamó el “alter ego” para justificar su acusación de intento de golpe de estado, no estuvo muy equivocado, es la arbitrariedad con que se lo ejerce lo que se cuestiona no el poder en si mismo, un senador radical lo señaló con acierto, Rossi, Morales o Sanz, no recuerdo, no se debe confundir estado con gobierno y allí está el quid de la cuestión, desde aquel delirante “ El estado soy yo” de Luis XIV reeditado por el Führer y sus trágicas consecuencias a nuestros días.

Esto sigue, es prudente afilar la conciencia y no dejarse enredar en sofismas, entretenerse con porcentajes, toneladas o hectáreas es solo un excelente recurso para ocultar que se discute un despropósito.

Es cierto que hay que discutir toda la producción y comercialización agropecuaria, pero es igualmente cierto que no tiene sentido hacerlo mientras no se desmonte el aparato hegemónico de poder y siga todo expuesto a las arbitrarias resoluciones de auxiliares.No quiero que se convierta en certeza, la sospecha que el pobre Pirro se pasó de bando y lo llevamos al frente.