ERA GUERRA, EL CAMPO FUE SOLO UNA GOTA
Se agotan las instancias de un “conflicto sectorial” entre productores y gobierno. Sin resultado a la vista, me queda claro que es Pirro el que gana en apariencia y otros perdiendo a lo tonto, comienzan a desandar el camino de la victoria final siempre y cuando aprendan de la reciente experiencia.
De un lado los que recibieron un mazazo sin entenderlo acostumbrados a aguantarse todos los golpes sin chistar, se levantaron para poder seguir viviendo, sumando de apuro apoyos mentirosos (políticos especuladores, funcionarios corruptos, instituciones muertas y subversivos embozados) Del otro lado todo el peso del poder autocrático, decidido a dar una batalla total rompiendo todos los límites y principios.
Allá por los Idus de Marzo cruzaron el Rubicón “alea jacta est” proclamaron y actuaron en consecuencia, el fin de los vestigios republicanos y el parto de los divinos Cesares.
“El campo” mal que les pese, solo fue una gota de agua, aquella que rompe la tensión superficial y rebasa el vaso.
Queda la vía judicial aducen los que siempre encuentran argumentos para no asumir la realidad, desde el poder los seducen con un presunto enfrentamiento con la Corte. Si han disciplinado la mayoría en ambas cámaras, ¿Por qué no habrían de someter a cuatro diletantes del derecho?
Las amenazas del gran cínico ya fueron hechas, hasta el insulto y provocación a la inteligencia de todos de lloriquear que deben juntar las monedas para poder gobernar y pagar la deuda.
La verdad quedó claramente en evidencia, de un lado la prepotencia de la dictadura para imponer el pensamiento único colectivista en todos los órdenes de la vida.
No se discute sobre rentabilidad o modelo productivo, se impone la facultad del poder de decidir quien gana y cuanto, quien trabaja y en que, quien tiene derechos y quien no. Llámele producción, comercio, trabajo, educación, tener voz, elegir o ser elegido (Patti)
Paso una larga noche que mostró toda la fauna y pocos humanos. La hora de votar pondrá en evidencia a los “ausentes” y las abstenciones. Por segunda vez en una semana tres estrellas en medio de la noche, Pedro Azcoiti (UCR) , Oscar Aguad (UCR) y Darío Perez (ARI); muchos inimputables y grises y sobró leche cortada.
Si podemos respirar se puede resistir en la última trinchera, la independencia interior, nutrida por la sagrada libertad de pensar y decidir; no hay tiempo que no se acabe ni tiento que no se corte. Llegará la hora, solo es preciso estar en el lugar y momento adecuado, limpios y afilados, con la certeza de saber quien esta enfrente y quien al lado.
Sin duda va quedando un regusto amargo a desilusión y fracaso, producto de haber consumido tanta basura escrita y en imágenes. Es momentáneo y debe servir de experiencia, para no embanderarse con causas perdidas ni detrás de lo que no tienen claro el objetivo ni voluntad de vencer. El “no debe haber ganadores” fue uno de los venenos difundidos en busca de “democráticos consensos y diálogos imposibles” Remanido argumento de los ateos intelectuales que niegan la verdad. Si al final se termina votando, uno gana y otro pierde. Pirro siempre esta presente, a la hora de la cuenta final. A no engañarse es guerra y guerra de exterminio. En la guerra se combate para vencer, no se conversa. ¿Tanto cuesta entenderlo? Es guerra de ideas y convicciones, quebrarlas es el fin de la agresión, que solo queden estériles cuerpos vacíos. Un nuevo país el de ellos, que nadie podrá gobernar sin sus métodos.
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